EL ARTE DE VIVIR

Este finde pasado he comenzado un curso fantástico de Danzas de luz y sonido. ¡Qué regalo tan bello! Y he de decir que llegué a casa con agujetas en todos los rincones de mi cuerpo y que he vivenciado lo complejo que es expresarse en libertad, expresar lo que llevamos dentro sin miedo, sin vergüenza… 

Sin embargo…¡maravillosa oportunidad para hacerlo y desarrollar en este caso «mi» arte!

Y casualmente – ja, ja – en sincronía con todo lo que hemos escuchado y vivido en ese curso, esta mañana he escuchado un programa de la misma escuela que se titula «Respuestas en Femenino» y no me he podido resistir a hacer la transcripción y compartirla.

5 Claves en el ARTE DE VIVIR

MOVIMIENTO

 RITMO 

EQUILIBRIO 

SENCILLEZ 

ENTREGA COMPLETA EN AQUELLO QUE SE HACE.

Qué la disfruten 

Gracias

Respuestas en Femenino:  A PROPÓSITO DE EL ARTE DE VIVIR (18.11.2012)

 Nos adentramos en un nuevo tema en femenino que va tanto hacia el varón como a la mujer, ese femenino de especie que tanta necesidad hay y tanto urge.

Hoy nos vamos a recoger en un tema que consideramos fundamental para el desarrollo de lo femenino, teniendo en cuenta que el varón tiene una parte femenina que no ha desarrollado.

Vamos a partir de un recuento y una visión general del desarrollo de la especie en el sentido del arte. Podemos extrapolar esta historia al desarrollo de lo femenino para que lo femenino indague también en cómo debe desarrollar su propio arte y poder expresarse en lo que verdaderamente es y que hasta ahora no ha llegado a ser. Así que comenzamos.

Comenzamos diciendo que la mayoría de los seres humanos, por no decir todos, vamos a decir la mayoría por si alguien se considera una excepción. Pues en general casi nadie está contento con su vivir, siempre hay alguna incidencia del exterior, incidencias del propio pensar o de las propias ideas que nunca parecen estar claras. Basta que aparezca la sombra de una duda para que ya nuestro pensamiento no sea sereno. Basta que aparezca la contradicción para que ya nuestra sonrisa desaparezca. Tanta labilidad ¿a qué obedece?

Por otra parte, si observamos todo lo que no sea humano comprobamos que todo lo manifestado se sintoniza entre sí. Ejemplos: la piedra necesita del camino; el animal necesita de la planta; la planta necesita de la tierra… cada uno sobrevive por el otro. Hay una conjunción y una conjugación de vidas. Todo está perfectamente diseñado.

Por otra parte, la piedra no quiere ser una flor – esto es muy importante – ni la flor quiere ser un elefante ni la rana quiere convertirse en león. Cada ser de vida tiene la consciencia de su ser y de su hacer y no tiende en ningún caso a convertirse en lo que no es. Todos estos son ejemplos que nos sirven para llevárnoslos a nuestra vida práctica. ¿Por qué pretendo ser lo que no soy y quiero ser otra cosa que no soy?

Además, el ser humano que observa y deduce (porque hay que observar y deducir) se da cuenta para su asombro que él – el humano como especie – no es necesario para ninguna manifestación de vida que ve a su alrededor. Se da cuenta que unos necesitan conjugadamente a otros mientras el ser humano parece no tener espacio: nadie en este planeta depende de él, no es ningún elemento vital para la producción de ninguna forma de vida que no sea él mismo. Es decir, el ser humano parece sacado de contexto.

Pero hay otra cosa de ese entorno y es que todo se mueve – importante – y además de moverse – más importante – lo hace con un RITMO, lo hace con un EQUILIBRIO y con una SENCILLEZ.

 Y esas son claves que podemos llevar a el ARTE DE VIVIR: MOVIMIENTO – RITMO – EQUILIBRIO – SENCILLEZ.

Son características que agradan al ser humano, le gustan, le atraen, le sugieren, le sugestiona y así elabora la idea del arte de la naturaleza, de todo lo que no es él y le rodea. Llega a la conclusión de que todo ese movimiento, ese ritmo, ese equilibrio, esa sencillez observamos que constituyen el ARTE.

Y  además, se pregunta ¿por qué hay movimiento? ¿por qué hay ritmo? ¿por qué hay equilibrio? ¿por qué hay sencillez? Porque cada elemento sabe el lugar y el papel que ocupa,  porque cada elemento está plenamente identificado, porque cada elemento de vida se entrega a su hacer: en la caza, en el descanso, en la alimentación, en la cría, en lo que tenga que hacer. Todo ello: identidad, identificación, entrega, hace que se desarrolle ese movimiento rítmico equilibrado y sencillo que constituye un arte.

Es el arte de la naturaleza que diseña acantilados, valles, montañas, mares y ríos, ciervos, lagartos, serpientes, peces abismales, aves… realmente hermoso. Es un arte, si le añadimos el color y el sonido, sencillamente insuperable.

Y hace – con toda esta observación – un descubrimiento interesante: sabiendo ya que es un ser que no es paso obligado para la existencia de ninguna forma de vida salvo la suya propia, percibe, escucha, ve todo lo que hay fuera y llega a la conclusión de que es hermoso pero sobre todo, llega a la conclusión de que está inmerso en un mundo de arte. Está colocado en una almohada de arte, como si estuviera metido en un cuadro de un gran pintor. Está sumergido en un pozo de arte. Descubre además que el firmamento más próximo tiene también un movimiento, un ritmo, una belleza, una sencillez y también se le antoja enormemente artístico. Cada estrella sale en su lugar, en el momento preciso y se retira en el momento adecuado. Ninguna estrella trata de brillar más que otra, cada una tiene su brillo propio.

Y claro después de tanta belleza en la que estamos sumergidos no podemos por menos que tocarnos el cuerpo y ensayar a hacerlo bello y hermoso. Lo bello y hermoso que vemos fuera hacerlo en el interior y en el propio cuerpo. Intentamos torpemente imitar al elefante, a un tigre, a una hormiga o ser como una montaña, como un lago o como un valle. La resultante, claro, es catastrófica y decepcionante.

Así que como mucho nos queda la posibilidad de imitar a través de lo que la especie terminó llamando erróneamente arte y empezó a hacer sus pinturas, sus esculturas, su música. Eso era arte y así surgieron en esta cultura los artistas. Y entre verso y verso, obra y obra, escultura y escultura fue recogiendo torpemente todo lo que le rodeaba. La especie humana fue recogiendo torpemente lo que le rodeaba porque no podía eludir la matriz de arte en la que estaba inmerso.

Así que así surgieron los artistas, los famosos artistas. Pocos porque si  definimos el arte así van a surgir pocos artistas. Y el resto que no somos artistas – según ese código cultural y social – pues nos dedicamos a consumir ese arte. Y somos eso, consumidores del arte que hacen otros y esa es la idea que persiste hoy.

Pero aquí y ahora – para eso estamos nosotras – recuperemos la cordura. Si ustedes recuperan todo lo que han escuchado aquí y ahora estarán de acuerdo en concebir la idea de que arte no es lo que nos han contado: esculpir, pintar, famosos con unos códigos, determinados parámetros y si no es así no es arte… sino que el ser está sumergido en un matraz de arte e inevitablemente  por el principio de similitud nos tenemos que realizar en el arte, todos. Y todos por estar sumergidos en ese matraz de arte nos convertimos en artistas y ese es uno de los deberes que debemos desarrollar todos-todas como especie.

Esa idea del arte de la escultura, de la pintura está ahí en la cultura pero culturalmente estipulado y marcado bajo este aspecto universal de las cosas que es un espejismo. Si quiero contemplar la vida de forma universal existe el arte de vivir, eso sí. Y no es un patrimonio de aquel pintor, de aquel músico o de aquel escultor, no. Es patrimonio de los seres humanos, de todos los seres humanos.

(Música de Celia Cruz)

Uno de nuestros deberes es convertirnos en artistas y si uno se siente muy incapaz es cuestión de ver a esta mujer en uno de sus videos y te contagia. ¡Ah! Y no pretender imitarla sino contagiarte de esa alegría de vivir que despliega.

Como féminas sentimos la necesidad y el deber de realizarnos como artistas. De ser una obra de arte, ser igual a lo que contemplamos en el entorno, a lo que contemplamos arriba, a lo que contemplamos abajo, sin caer en el grave error de desarrollar ese arte imitando al tigre, imitando al pájaro, imitando al ficus – ay cómo pincha porque hay gente que imita al ficus y te pincha – o imitando a la estrella.

Y el caso de lo femenino en esta especie y ya dentro del hombre y mujer, el caso de la mujer que quiere imitar al varón (Uy qué feo te queda ese caminar con las piernas abiertas que parece que vas montada en un caballo, es horrible, te queda fatal ser la mega jefa, super mega todo que organiza todo y manda a todos… Uy qué mal te queda. Eso sí organizadora muy buena pero de jefaza así como un hombre… no) obviamente eso de imitar al varón no es que nos vaya a salir desastroso sino que ya nos ha salido desastroso porque no somos así, somos mujeres y como mujer debe imitarse a ella misma.

Hay un micro-universo por descubrir, ¡descúbranse!

Y ¿qué es lo que ha pasado? ¿Por qué imitamos? Porque no sabemos, se nos ha olvidado, no queremos. Tenemos miedo a desarrollar nuestra propia creatividad y a desarrollar el don que nos diferencia de todas las demás especies y ese don es la decisión.

Aún está por vivir y aún estamos por vivir nuestro arte, aún está por aparecer si es que aparece la sonrisa de una estrella ¡imagínense que una estrella empiece a sonreír al ver que aquel ser de humanidad, aquella mujer, aquel varón se mueve, piensa, actúa y es arte! Todavía no se ha detenido el vuelo del pájaro al contemplar la belleza plástica de aquella fémina, no. de momento nos ignoran.

¿Qué pasa? Pues que después de tanto imitar y de imitar torpemente el ser artista, la fémina en su arte de vivir casi se ha extinguido. Nos movemos sin gracia, nos movemos sin ritmo, sin equilibrio, sin sencillez.

¿Pero eso no era justamente – la gracia, el movimiento, el ritmo, el equilibrio, la sencillez – lo que apreciábamos y lo que descubríamos fuera? ¿Y todas esas cosas no están justamente dentro de cada uno de nosotros?

Entonces, aquí y ahora, surge una pregunta muy importante – esto es a lo gallego, tú me haces una pregunta y yo te devuelvo otra – ¿cuál es el arte del ser humano en femenino?

Sabiendo ya que estamos inmersas en un matriz de arte y que este matriz quiere despertarnos a que somos unas artistas: yo soy artista, tú eres artista y debes vivir tu vida con arte y no puedes, ni debes ni es adecuado concebir el arte como esa parcelita de que es Pepa Pérez y canta y luego todo el mundo la imita y hacen play back y se aprenden las canciones y las repiten y las repiten… y lo consumen y se lo aprenden…30 años oyendo las mismas canciones – claro después de 30 años no te queda otra.

Así que creemos que es urgente que lo femenino despierte a su propio arte, a su arte de vivir. Pero no para que aplaudan las jirafas y los delfines, no, no (Ellos están muy agusto con su arte) sino para que nosotras mismas recuperemos nuestro propio respeto, el que nos merecemos, respetarnos a nosotras mismas, simplemente por el hecho de existir. No el respeto que se merece por nuestras acciones, no se trata de la ley de compensación, no. El respeto que me merezco por el hecho de existir. Soy la primera que me debo de respetar.

Si lo femenino es capaz de desarrollar su propio arte de vivir, el alcanzar la dimensión de respeto, ¡ojo! Implicaría la desaparición –  solamente con el respeto – de todos aquellos elementos generados por la humanidad que son fuente de infelicidad, hambres, guerras, tensión, mentira. El arte de vivir en el respeto.

La aparición de la conversión de lo femenino en su propio sentido de arte implica el desarrollo del respeto. Eso nos lo perdimos, no se sabe cuándo. Nos perdimos a D. Respeto a Dña. Respeto que deben descansar en paz en todos los cementerios del planeta pero como ustedes saben, las cosas, la vida, todo lo que existe es inmortal y en cualquier momento pueden resucitar. Pero solo lo pueden hacer a través, en este caso, de que lo femenino se convierta en lo que es y que aún no lo hemos desarrollado y que vivamos nuestra vida con arte en nuestro movimiento, en nuestro ritmo, en nuestro equilibrio, en nuestra sencillez, en nuestra dedicación exclusiva.

Darse cuenta, así en principio, que es a través del ritmo, el equilibrio, el movimiento, la sencillez, la entrega completa en aquello que se hace – 5 cositas: movimiento – ritmo – equilibrio – sencillez – entrega completa en lo que se hace.

Háganse la consideración de que solo si el ser y más  aún lo femenino, se descubre como un ser de arte, podrá ser una entidad eternamente superviviente del universo. Que dé testimonio de su verdadero origen  y que recupere para sí misma la dignidad y el respeto que ha perdido.

Respuestas en femenino, aquí y ahora, por el ARTE DE VIVIR.

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