Gracias maestro
Como siempre, parece pensado para uno ¿a que sí?
Y en mi humilde opinión tiene razón en el origen: como no te lo dieron o crees o viviste que no te lo dieron – cuando se suponía que te lo tenían que dar porque tú solo-a no podías – te pasas toda la vida con la sensación de que nada es suficiente.
¡Y nada más lejos de la realidad! Hemos dado un paseo esta mañana por un camino de esos mágicos que quedan – y quedan afortunadamente – todavía en otoño con las hojas doradas, rojizas, amarillas…
¡La Creación se nos regala a cada momento! Qué gusto pasear en un lecho mullido de hojas mojadas entre piedras cubiertas de musgo de un verde intenso que seguro que a nuestro hígado – general alimenta solo con verlo y tocarlo. Qué gusto sentir el «allá voy» de las hojas al caer en ese proceso de «desprenderse» cada otoño. Y regalar a nuestro bazo el color dorado que tanto bien le hace. Qué gusto respirar entre la lluvia que humedece nuestros pulmones, maestros de la energía en la tradición oriental. Qué gusto sentir que la expresión de ese disfrute es un sencillo agradecer.
Hay que recordarle al pequeño-a que vivió la carencia la magia y el regalo continuo que es la vida. Si logramos que lo sienta…nosotros lo viviremos también y el futuro será de mariposa. En algún momento hay que pararse y tejer la crisálida.
Hemos ido ofreciendo recursos para ello: Corbera lo hace muy bien y el qigong que practico lo promueve desde otro que llega a la misma energía. Emilio Carrillo explica también recursos en esa línea. El H´Oponopono igualmente.
Y mucha fe.
Gracias
CHISTE 2
Un pequeño viejo regaña a su vendedor de pescado. “¡Mentiroso! ¡Usted me vendió una docena de ostras, ayer en la tarde, diciéndome que eran afrodisíacas! ¡Se burló de mí!” “¡Qué raro! le contesta el vendedor. ¿Esas doce ostras no le hicieron ningún efecto?” “¡Sí!, dice el viejo. Pero solamente cuatro…”
CONCIENCIA.
Hay personas que nunca pueden estar satisfechas. A pesar de todo lo que obtienen, siempre quieren más. Lo que reciben es inferior al pedido, porque su pedido no tiene límites. Mueren retorciéndose convencidos que nunca lograron obtener lo que merecían… Me parece que la base de este sufrimiento radica en la primera niñez: el nene desde que nace lo pide todo, protección, calor, alimento. Cuando esto falla porque no lo han alimentado bien, durante toda su vida, inconscientemente estará deseando mamar de un seno materno la leche que debería haber bebido… Deseamos que los padres que nos trajeron al mundo nos den el conocimiento total y la inmortalidad. Si no pasamos de un ego individual a un yo transpersonal, la ignorancia y la muerte nos harán sufrir día y noche. El individuo aislado en su ego, es ignorante y mortal. La persona que se identifica con la humanidad, siente que conocerá todo el universo y que vivirá hasta el fin de los tiempos y quizás más.
Alejandro Jodorowsky
El lamento no viene a cuento ni trae cuenta 