Dedicado a Jose, que a pesar de que le gustan los gatos
no se atreve porque dice que su perra se los comería.
Pues ya vemos que no.
Disfruten de la inocencia y del placer del juego
Gracias Mar por enviarlo
Como bien vemos los límites los ponemos los humanos, ellos nos sorprenden saltándoselos a la torera ¡Ole por ellos!