Hablábamos en la anterior entrada de la paciencia. Miren al gato… es buenísimo como jugando al escondite – he vivido mucho con gatos y les he visto miles de veces en esa actitud – y la paloma todavía no le ha visto siquiera pero ya le ha intuido, su presencia energética le llega y le provoca incluso hacerse un poco hacia un lado. Aunque nosotros lo veamos ahora y qué bonito, en ese momento entre ellos hay un juego serio, uno se juega la comida y el otro se juega la vida. Pocos juegos ¿eh?

¿Y somos nosotros los listos?

Todo llega …

Gracias

TODO LLEGA