MaestroViejo lo incluyó hace un par de días pero no lo ví hasta ayer. ¡Qué recuerdos esta serie! ¿Saben que era lo que recordaba más? Cuando revive mentalmente su pasado de monje Shaolin (ahora sé lo que es, entonces ni idea) y pasa por una habitación entre  velas encendidas mientras se dirige a ver al maestro. Esa atmósfera brumosa. 

A parte de ser una «avis rara» en el panorama actual – ya verán qué cosas se decían ya entonces – cada capítulo destila una gota de humanismo con esto o aquello. En este caso habla de la amistad como corriente subterránea y con esa excusa nos habla de la «soberbia» ya expresada de la población blanca americana cuando se relaciona con cualquier otra – en este caso les toca a los chinos. Y el acuerdo tácito que esos blancos «siguen» de que todo debe seguir siendo como es, ellos son los que mandan «¡no me van a decir que un chino es una persona!» 

Precisamente, ahora que recuerdo, el mismo amigo al que regalamos el calendario lunar del que hablábamos hace unos ratos, nos dijo un día hablando de islamismo «hombre, pero no me vas a comparar a mí con un moro!» No hemos vuelto a verle, la verdad. ¡Lo había olvidado!

Gracias, qué disfruten de otra manera de hacer. Y gracias Maestroviejo por recordárnosla.