Regalo de Belén, gracias
La primera vez que oye uno una afirmación como la que leerán abajo: «la curación no es atractiva» le sale como si le hubieran pinchado «sí, hombre, como que es gustoso estar enfermo». Después de un proceso de años de evolución … yo personalmente estoy totalmente de acuerdo – es mi sentir y mi vivencia, claro.
Hoy precisamente hablaba de ello con las personas que trabajan en la residencia del pueblo donde los padres – los míos – están viviendo desde hace año y pico. Suena raro y sin embargo a poco que le demos una pensadita a nuestra forma de vida, a nuestros paradigmas, a nuestros miedos… enseguida te das cuenta de que el freno mayor a la sanación la ponemos nosotros con el miedo al cambio, al no sentirnos seguros, miedo a salir de nuestra zona de seguridad … A veces, ni siquiera nos damos cuenta, simplemente vivimos en la dominación, o en el victimismo, o en el poder o en la sumisión y no vamos más allá.
Dice algo importante para mí – y en este caso me dirijo sobre todo a las féminas -: cuando nos juntamos para tomar algo, para vernos… tenemos tendencia a contarnos los males, las «putadas» que nos hacen… sin darnos cuenta de que al hacerlo así le estamos dando más energía a ese asunto, a esa putada que sentimos. Vamos a compartir belleza, crecimiento, esplendor… ¿no?
El camino de la sanación empieza cuando vas un pasito más allá del «pobre de mí» y empiezas a cuestionarte y cuestionar – sin juzgar, sin reñirte (también para las féminas que nos ha reñido todo el mundo y sin querer nos reñimos nosotras todo el rato, también)… y el camino ya está más avanzado cuando empiezas a ver que eso que te ocurre, no te ocurre por «fastidiarte» sino como una señal para que hagamos un pequeño giro, un pequeño cambio… Al hacerlo, todo se mueve… y ¡por fin cambia!
No se dejen apabullar por el «ego» que siempre quiere que otros tengan la culpa para él no tener que hacer ningún cambio… que sea otro el que cambie, el que corra con las consecuencias… No, no. Cada uno somos responsables al 100 por 100 de nuestros pensamientos que es donde comienza todo.
Así que sin excusas…
Gracias

POR QUÉ LA GENTE NO SE CURA
Un medico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la conclusión de que «La sanación es muy poco atractiva»
Los impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.
La curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.
Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no culpar a otros por las heridas que causaron.
Tiene más que ver con «liberarnos de la percepción de víctima».
Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.
Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros. Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.
Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones. El cambio puede ser aterrador.
Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia…
El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.
La sanación requiere acción. Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado, genera cambios saludables en el físico.
Soltar el pasado, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son acciones que sostienen la energía del cuerpo.
Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética están inextricablemente unidas.
Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.
Por: Maria de los Ángeles Rodeiro
Fuente: http://www.facebook.com/pages/DEB-ONCE/110386502433520