Aunque parezca mentira, así es. Parece que los ojos son un sentido objetivo… y sin embargo, lo que no es conocido por nosotros, lo que está fuera de nuestras creencias – y ahí está la clave de no salir de la enfermedad, por ejemplo – que nuestras creencias abren o cierran la capacidad de VER.
Pasa lo mismo con el oído – ahora que lo pienso. Cuando aprendes un idioma hasta que no sabes algo, hasta que no has aprendido algo… ¡no lo oyes!. El día que aprendes algo, resulta que empiezas a oirlo en la calle y seguro, seguro, que antes también lo habían dicho y el oído todavía no estaba preparado para distinguir su sonido entre una amalgama que no entiendes.
Así que, parece que la labor consiste en prepararnos en un sentido de amplificar nuestra consciencia que es la llave de los sentidos. Y no forzar.
Gracias
Gracias, Ayun, por compartirla