Gracias, Alejandro por ese «Respétalo» (al pasado que se convierte en tu estructura espiritual).
Qué importancia la de respetar porque eso incluye aceptar, reconocer. Y no seguir la «norma» actual de luchar contra.
¿No están hasta el gorro de luchar? Pues claro, en la lucha siempre hay perdedores y la naturaleza no pierde ni gana, no es su forma de actuar. ¿Por qué vamos nosotros a luchar contra nada si además lo hemos hecho nosotros? No sabíamos más, por eso lo hicimos como lo hicimos. Y es que si no nos respetamos a nosotros mismos y nuestros actos en un momento de consciencia menor… ¿a quién vamos a respetar? ¿a quién vamos a aceptar? A nadie y por eso caemos todo el rato en la queja, en el lamento, en la crítica que nos llevan a la decepción, al sufrir… porque no aceptamos, no respetamos… solo por eso.
Entonces, primera labor: res-petar. No poner nuestro peto, nuestra barrera (de creencias aunque sea). Aceptar – nos y aceptar al otro, a los otros, tal cual. No nos corresponde a nosotros el juzgar. Eso sí, nos corresponde hacer nuestra parte: que desde nosotros brote esa energía de aceptar. Si no empezamos por ahí… el camino será el que sea pero no nos va a gustar.
Gracias, viajeros