En esta cultura judeo-cristiana que nos tocó en gracia, el valorarse a uno mismo, el quererse a uno mismo, el reconocerse a uno mismo… estaba (lo pongo en pasado adrede) mal visto, es como si uno fuera egoista. Y sin embargo, con el tiempo todos hemos aprendido – creo – que si esa parte no se da, que si uno no es capaz de ver las fortalezas, los valores propios… que si uno no es capaz de quererse y reconocerse a sí mismo… el amar a los otros, reconocerlos, valorarlos… se hace muy cuesta arriba porque no se tiene la referencia.
Las madres – al menos estas que nos tocaron también en Castilla – nos enseñaron a estar todo el día pendiente de el fallo, de lo que se hace mal (con la excusa de enmendarlo)…
Así que ahora nos toca quitarnos de encima todo ese polvo rancio de amar a los demás (ya lo dijo Jesús, «como a uno mismo», que eso se les olvida a los de la religión), de poner la otra mejilla (que también)…
Vamos a empezar por el principio: me reconozco a mí misma como paso indispensable para reconocer a otros.
Para ello, les comparto uno de los programas de «Por el Placer de Vivir» de Cesar Lozano y en el que habla de la famosa auto-estima y les comparto también las notas que he ido tomando pues incluye 2 listas de preguntas para saber cuán alta o baja tenemos la auto-estima no siendo que de puro alta ya sea soberbia, por ejemplo. Como dice él no es para otros, es para uno mismo.
Gracias a Carlos Lozano (ya lo escuchan ahora: en un momento dice «no es fácil tener la autoestima alta». Se agradece porque esto es como en Nochevieja que todo el mundo debe parecer feliz)
Y me encanta escucharle también por el uso del castellano, por estos lares hemos olvidado muchas palabras de las que él usa y ¡da un gusto escucharlas bien utilizadas!
Gracias a ustedes, también y por supuesto, por la posibilidad
Algunas notas útiles para tener delante:
¿Y si nos hiciéramos un inventario de todas las cualidades, las monadas que tenemos? Pero no, normalmente estamos viendo nuestros defectos, en qué fallamos… raramente somos conscientes de todas las bendiciones que recibes.
Para empezar, analiza las personas que te impactaron en el día de hoy, favorablemente o desfavorablemente. Conocido o desconocido.
Lista para saber si es autoestima o soberbia lo que lucimos:
- Asumes responsabilidades con facilidad (sí, yo puedo)
- Estas orgullosa de tus logros
- Afrontas nuevos retos con entusiasmo
- Utilizas las oportunidades para cambiar: cuando tú reconoces que tienes que cambiar algo, sí ya tengo que cambiar esto porque me está afectando, (esa es la línea de la soberbia): si me quieren me tienen que querer así. Tenemos que reconocer cuando tenemos que cambiar algo porque sino caemos en la soberbia…amarme tanto que creo que soy perfecto.
- Te quieres, te respetas y tienes el aprecio de los demás. Cuando tienes una falla batallas para reconocerlo (la línea de la soberbia también)
Los dos puntos característicos de que te estás pasando de la rayita son:
– Que no acepto errores
– Puedo utilizar el gran amor que siento por mí pasado de la raya en sangronear: me siento sabroso… se te nota en el tono…
Check list de autoestima baja:
– Desprecias tus dones naturales: tiene la capacidad para hacer algo y no la utiliza en su beneficio ni en el de los demás.
– Otras personas influyen en ti con facilidad. Baja autoestima: cualquier opinión te hunde. Cualquier ofensa es una realidad. Tardas meses en recuperarte. No puede ser que tu imagen y tu aceptación dependa de un solo…
– Te frustras fácilmente, te siente impotente. Actúas a la defensiva. Culpas a los demás por sus debilidades. ¿La gente te decepciona fácilmente? Te ofenden, ofendes; te gritan, gritas; te dicen, te justificas
Focaliza tu atención en los valores: Me quiero por esto, por esto y por esto. Deja lo físico, empieza por lo de adentro: Porque guardo respeto a los demás, porque he aguantado varas cuando he tenido broncas…
Haga un diario: el diario de la autoestima: estos son mis 10 éxitos, estas son las 10 personas que más significaron en mi vida y estos son los 10 valores más grandes que reconozco en mí para que cuando lleguen los chupa-autoestima te sepas defender (robasueños que dice Enric Corbera).