MURMULLOS

Esos días que pasamos a orillas del mar nos dábamos paseos riquísimos por la arena dejando que el agua bañara nuestros pies y en ocasiones piernas y más.

Al ir paseando, nos dábamos cuenta que había huellas super profundas y otras que casi no se notaban en la arena. Nos fijábamos en el caminar y claro no es lo mismo pasear que «ir a andar» para adelgazar, porque me lo ha dicho el médico… Estos últimos da la impresión de no pueden pasear, tienen que ir deprisa y pisan fuerte, fuerte. Algunas veces, al verlos pisar con tanto ímpetu nos reíamos pensando en la pobre arena que diría «eh, eh, un poco más suave, campeón, que no es necesario que nos aplastes»

Hoy al leer la cita del alma-jaque me he acordado del diálogo «arenil» y es que vamos por el mundo, por la vida, como si todo lo que no fuera nosotros, estuviera innanimado. Y sabemos que todo lo que existe tiene la misma esencia divina conformado en una infinitud de formas… ¿y si nos tocara ser arena la próxima vez?

Gracias