Este es el primer regalo que nos hace el Finder esta mañana del 1 de enero, día de su santo. 

Desde que le conozco este día ha cambiado mucho para mí. Antes era el día después de nochevieja y la verdad una estaba para poco – eso es verdad que pasaba hace muchos años, ja, ja -. Y para la gente menos pretérita a lo mejor es raro lo de celebrar el santo pero en la alta antigüedad del siglo pasado era lo que más se celebraba, incluso más que el cumpleaños. 

Y aprendí que además era un buen día para salir por ahí, hay un silencio que no se oye ningún otro día, por ejemplo. Y para mí ese silencio es un placer.

Lo que comparto es un vídeo largo, largo con buena música para estar, para quedarte mirando a las musarañas, para crear, para … ¡y las imágenes son preciosas! ¡qué lo disfruten!

Gracias, viajeros… Qué el viaje nos promueva en nuestro crecer.