Genial…
Si ven ayer cómo una oveja recién parida, con el corderito cerca, nos decía que nos fuéramos de allí… ¡qué tono! Y también he visto de cerca y en directo cómo las mamás gatas dicen que no una y otra vez a los pequeños una vez que consideran a los gatos ya destetados…
Y nosotros, humanos inteligentes – dicen – … detrás de cada NO que alcanzamos a decir… sentimos culpabilidad. ¿Quién nos enseñó esa segunda parte?
Gracias
Lo difícil es lograr decir no sin culpabilidad. Y como se hace eso?y sin miedo a ser rechazados aunque se dejen personas en el camino. A veces es tu propia familia y claro no puedes dejarla.
He tenido tu comentario todo el día rondando pues estoy inmersa en un tiempo de haber dicho no – casi forzada por salud – y a ratos quiere surgir la culpabilidad y es familia – madre – por eso más. Te comprendo en la pregunta ¿y cómo se hace eso? Solo me sale – de momento -: práctica. A veces la idea de lo que va a suceder si decimos no es la que nos hace saltarnos los límites… cuando luego pasa ves que tampoco era tan terrible o muchas cosas pueden pasar.
Sin embargo, es de vital importancia aprender pues de lo contrario, antes o después, nuestro cuerpo reflejará esa falta de respeto que nos prodigamos. Te lo cuento a tí para oirme yo ja, ja.
Un abrazo Guiomar. Aprovechemos que estamos en la onda encantada de la tormenta que propicia cambios necesarios. Y fe – de certeza – sabiendo que nos lo ponemos nosotras para aprender ¿qué? Pregunta y respuesta del millón.
Casi toda tarea es difícil cuando se acomete las primeras veces Guiomar. Estoy de acuerdo con ellamentonovieneacuento, y es poniéndolo en práctica como se aprende a hacer cualquier cosa.
Es completamente normal sentir miedo ante una situación nueva que te puede llegar a producir dolor, y que seguramente contradecirá los valores que te han inculcado (imagino). Lo importante ante todo, es que pongas límites, todos necesitamos límites.
Un abrazo.
Gracias, Celso por tu compartir. ¿Qué tal lo llevas, Guiomar? He aprendido mucho de límites estos días, ja, ja. ¿Sabes? Uno crea la «llamada enfermedad» cuando traspasa los propios límites de «aguante» emocional y la mayoría de las veces se hace de forma inconsciente en ese pensamiento de «hasta que yo pueda».
Por si te sirve… y en cualquier caso, todo con calma y a tu ritmo que lo tienes aunque no lo sepas todavía.
Abrazos
Qué interesante tu espacio, Celso… no lo conocía. Muchísimas gracias por esa labor generosamente compartida. somos unos «regalados» ¿eh?
Abrazos
Pues intentando lo con fuerza cada día. Sigue resultándome costoso pero cuando notó ese punto de ansiedad que se nota al abordar decisiones, me digo, adelante, no pasa nada, enfrenta tu vida. Abrazos
No estás sola, ya sabes. Abrazos
Si te sirve: cuando «sientes» que lo que has decidido es lo que sientes… es más fácil… y los demás, mágicamente lo entienden y buscan su propio espacio.
Creo que así es. Graciasssss. Por cierto entré en el espacio de Celso. Es muy interesante.gracias Celso.
¡Ole!