He tenido siempre una atracción especial por los lobos. Hace unos años vivió con nosotros una perra que todo el mundo confundía con una loba – con el consiguiente medio «susto». Un ser inteligente y bello.
En esta zona había mucho lobo… también mucho ganado – vacas, ovejas – y estos dos mundos se llevan mal, sobre todo por los ganaderos que no se enteran de las relaciones que naturalmente se dan entre ellos. ¿Quién les habrá dicho que sus ovejas son más importantes que los lobos?
En este vídeo que compartimos, verán cómo el haber introducido a lobos en un ecosistema como el parque nacional de Yellowstone… ¡lo cambió y equilibró! sin esos efectos colaterales que suelen darse cuando es el hombre el que se empeña en producir los cambios. Habían estado ausentes muchos años y ya ven, un solo elemento de la cadena, cuando falta o cuando está, produce sus efectos. Y es que cada ser es único e indispensable en su medio para que todo se produzca según las necesidades. El equilibrio del ecosistema es algo tan sutil como nuestro ADN, cualquier cambio produce una cascada de ellos.
En nuestro ecosistema sucede igual y es nuestra tarea encontrar nuestro centro y desde ahí desplegar nuestro hacer. El resto se aclimata a ese centro de cada cual, encontrando el suyo propio. Si no, se producen desequilibrios importantes porque nadie está en su sitio, en el que le corresponde.
Gracias, viajeros.
Parece que no puedo compartir el vídeo tal y como lo hacía. Vamos a ver si logro hacerlo de otra forma. Si no les pondré el enlace y ya saben, copiar – pegar en la barrita del buscador… y ya.
Cuando los lobos fueron reintroducidos en el parque nacional de Yellowstone en los Estados Unidos después de haber estado ausentes casi 70 años, ocurrió una “cascada trófica”. ¿Qué es una cascada trófica?¿Cómo pueden transformar los lobos el curso de un río? George Monbiot te lo explica (y nosotros lo hemos traducido) en este video.
Original: youtube.com/user/TheSustainableMan?feature=watch
Traducido por lavozdelmuro.com