Cuando hablamos de Perdón parece que siempre hablamos de perdonar a otros o de que otros nos perdonen a nosotros… dejando al centro de donde brota todo sentir que soy yo ahí en medio como si no tuviera nada que ver con nada.
Y resulta que el perdón es hacia uno mismo, hacia la manera de percibir de uno mismo que es la que hace daño, la que produce el conflicto. Es hacia adentro que va el perdón y surte efecto. Ya puedes tú perdonar a fulanito que como no se perdone él… se morirá de culpabilidad.
Gracias, viajeros.
¿ESTÁS DISPUESTA@ A PERDONARTE?
Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.
Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás.
Eso nos deja libres a todos….
Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas.
Me niego a seguir viviendo en el pasado.
Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo,
por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás.
Cada persona es responsable de su comportamiento,
y lo que da, la vida se lo devuelve.
Así pues, no necesito castigar a nadie,
todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.
Continúo con mi trabajo de limpiar
las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.
Entonces me curo.
No hace falta saber cómo perdonar.
Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
LOUISE L. HAY
Fuente: http://planosinfin.com/estas-dispuesta-perdonarte/