Ahora que por la fecha de defunción de madre me ha hecho su heredera universal comprendo mucho mejor porque a ella la conocía bien, no es como cuando hablamos de los abuelos y bisabuelos. Así que de repente me oigo hablar o decir o mirar o sentir de la forma que ella lo hacía… Y eso no es mío, lo se bien.
Me gusta mucho Jodorowsky cuando habla del árbol porque a pesar de la crudeza lo envuelve en amor y eso ayuda y favorece la liberación tanto de ellos como nuestra.
Después de perdonarlos debemos honrarlos, es decir, conocerlos, analizarlos, disolverlos, rehacerlos, agradecerles, amarlos, para finalmente ver el “buda” en cada uno de ellos.
Y la clave está en nuestra mirada, los ancestros también sienten (ji, ji). De mirarlos como dañínos a mirarlos como maestros-compañeros de nuestro despertar… hay un trecho ancho y largo por donde transitar hacia nuestro verdadero ser…
Gracias
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LA VOZ DE TUS ANCESTROS
Alejandro Jodorowsky: “El sufrimiento es opcional, pero no elegido por ti sino por lo menos cuatro generaciones de tus ancestros. Tú decides heredarlo o no.… “
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Alejandro Jodorowsky: “Lo que llamamos destino es una repetición en el futuro de acontecimientos vividos en el pasado, propios o de nuestros ancestros.”
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“El daño se transmite de generación en generación: el embrujado se convierte en embrujador, proyectando sobre sus hijos lo que fue proyectado sobre él, a no ser que una toma de consciencia logre romper el círculo vicioso. No hay que temer hundirse profundamente en uno mismo para enfrentar la parte del ser mal constituido, el horror de la no realización, haciendo saltar el obstaculo genealógico que se levanta ante nosotros como una barrera y que se opone al flujo y reflujo de la vida.
En esta barrera encontramos los amargos sedimientos psicológicos de nuestro padre y de nuestra madre, de nuestros abuelos y bisabuelos. Tenemos que aprender a desidentificarnos del árbol y comprender que no está en el pasado: por el contrario, vive, presente en el interior de cada uno de nosotros. Cada vez que tenemos un problema que nos parece individual, toda la familia está concernida. En el momento en que nos hacemos conscientes, de una manera o de otra la familia comienza a evolucionar. No sólo los vivos, también los muertos. El pasado no es inamovible. Cambia según nuestro punto de vista.
Ancestros a quienes consideramos odiosamente culpables, al mutar nuestra mentalidad, los comprendemos en forma diferente. Después de perdonarlos debemos honrarlos, es decir, conocerlos, analizarlos, disolverlos, rehacerlos, agradecerles, amarlos, para finalmente ver el “buda” en cada uno de ellos. Todo aquello que espiritualmente hemos realizado podría haberlo hecho cada uno de nuestros parientes. La responsabilidad es inmensa. Cualquier caída arrastra a toda la familia, incluyendo a los niños que están por venir, durante tres o cuatro generaciones.”
Alejandro Jodorowsky en “La danza de la realidad”.
Fuente: http://planosinfin.com/la-voz-de-tus-ancestros/