Desde la cosmogonía maya hoy entramos en la última onda encantada del año que es peculiar porque entre medias tiene el DÍA SIN TIEMPO, así que los primeros días los viviremos como si fueran los últimos días del año con un puntito de reflexión sobre lo acontecido, lo vivido, cómo lo hemos vivido. El día 25 es el día sin tiempo y el resto de los días estaremos ya en el nuevo año maya: el de la Luna, año que será proclive a la purificación de las emociones y los sentimientos (esos sientos que mienten).
Es una onda peculiar porque a pesar de que es la última del año, es la del Nacimiento, la del comienzo con una inestimable ayuda: la del Dragón que arquetípicamente es conocido como el Señor de los Días, el señor que nos recuerda el pasado para trascenderlo con un nuevo comienzo.
Gracias, viajeros. Qué disfruten de las vivencias
(como siempre, encontrarán la onda completa en la pestaña de Ondas Encantadas de este espacio y en el link correspondiente al final de la entrada)
Onda Encantada del Dragón Rojo
PODER DEL NACIMIENTO
(Desde el día 18 hasta el 25 de julio de 2014-Año Semilla 8)
(Desde el día 26 hasta el 30 de julio de 2014-Año Luna 9)
(viernes 18-7-2014)
DRAGÓN MAGNÉTICO ROJO – Kin 1 – Portal de Activación Galáctica.
DRAGON:
Acción: NUTRIR. Poder: NACIMIENTO. Esencia: SER.
MAGNÉTICO:
Acción: ATRAER. Poder: UNIFICAR. Esencia: PROPÓSITO.
Pórtico Magnético, identifica el Propósito.
¿Cuál es mi meta?
El Dragón Rojo el sello nº 1 y en los Arquetipos Galácticos es conocida como El Anciano de los Días
Día 118 de 144. Heptada 52 amarilla, “La Navegación transmite la Sincronización de la Visión”. Hoy comienza la última onda encantada del año Semilla Galáctica amarilla, durante 8 días permaneceremos en él; después el resto de la onda la viviremos en el nuevo año de la Luna Solar Roja. En el centro está el DÍA FUERA DEL TIEMPO, Estrella Galáctica amarilla el viernes 25 de julio.
Con la Onda Encantada del Dragón Rojo iniciamos un nuevo Giro Galáctico o Tzolkin, por ello es su 1ª onda encantada. Así que cuando volvemos al nacimiento, a nutrirnos y a conectar con el ser, es como si regresáramos de nuevo a la vida, renaciendo tras pasar por diversas vicisitudes y experiencias.
El Dragón es el origen; al inicio de los ciclos siempre lo acompaña el Dragón. Con su memoria nos trasmite lo ocurrido en el pasado para que la realidad del presente y del futuro se presente con un nivel de consciencia superior. Cuando nacemos no tenemos el recuerdo de quienes hemos sido ni tampoco de aquello que nos toca cumplir en este presente. Sin embargo, algo en el interior del ser nos empuja en determinada dirección aún sin darnos cuenta de ello. Y poco a poco se va percibiendo con más claridad la senda que vamos a transitar, pues algo desde dentro nos lleva hacia ella.
Luego, después de recorrer algunos caminos, unos materiales y otros espirituales, se presenta el sendero claro y luminoso por el que sentimos que ha llegado el momento de andar, y nos lanzamos a recorrerlo. Allí existen las enseñanzas espirituales de un maestro, escuela iniciática o mística, religión… y nos involucramos en su estudio y experimentamos aquello que aprendemos como parte del pasaje hacia la Iluminación.
La vida se compone de muchas nuevas iniciaciones. Cada vez que abandonamos un sendero para comenzar a transitar por otro, estamos emprendiendo aventuras evolutivas diferentes. Se trata de encontrar nuestra ruta del espíritu personal, esa que nos resuena desde muy pequeños y que casi sin percibirlo vamos dirigiendo los pasos a su encuentro.
El cuerpo es el vehículo necesario para experimentar y avanzar. Con los conocimientos y recuerdos del ser y del alma, hacemos el camino a través del planeta con más o menos rutina y modificaciones de costumbres. Pero algo nos hace reaccionar recordándonos que existe un creador universal, hermanos mayores, guías, ángeles, seres de las estrellas… y comienza el peregrinar de nuestro espíritu camino de Dios.
¿De qué forma nutrimos nuestro tiempo?
¿Buscamos alimentar sólo al cuerpo?
¿Qué hacemos con nuestro ser interior?
¿Le reconocemos?
¿Vivimos con su presencia y manifestación?
¿Qué tipo de lecturas efectuamos?
¿Tenemos recuerdos ancestrales de ser algo más que seres humanos en la tierra?
¿Nos reunimos con otras personas afines para recordar y llevar a cabo acciones de nivel superior?
¿Qué vivencias disfrutamos para evolucionar en consciencia cada día?
¿Reflexionamos sobre lo realmente importante y lo superfluo de las actividades que por costumbre creamos?
¿Nos fiamos de nuestras propias intuiciones?
¿Los recuerdos nos sirven para mejorar?
Se nos presentan 13 días especiales. La mitad de la onda del Dragón para acabar el año, y por lo tanto de repaso de lo acontecido en estos últimos 365 días. Los últimos cinco con los propósitos para el nuevo ciclo de 365 días que comienza. En el centro el Día Fuera del tiempo.
Cuando el desaliento nos invade invocamos al dragón que, con su fuego, quema los restos de aquello que nos ha estado creando dificultades para el avance. Así, podemos emprender el vuelo a lomos del dragón y aterrizar en otro lugar del tiempo y del espacio en donde iniciaremos una etapa diferente con ilusión y esperanza. Los recuerdos nos sirven para decidir lo que queremos ser y aquello que no deseamos de lo que recordamos haber vivido. ¡la memoria volverá cuando nos encontremos en disposición de aceptar sus visiones! ¡adelante, somos dragones con memoria cósmica!
Fuente: http://ondaencantada.com/2014/07/onda-encantada-del-dragon-rojo-08/