El título de la entrada hoy es la última frase de la conferencia de Roberto Pérez sobre los miedos naturales a gobernar a lo largo de nuestra vida y cuando la culminé se me pusieron los pelos de punta:
Y la tarea es indelegable
Seguro que todos en algún momento hemos deseado, anhelado… que un día nos fueramos a dormir y al día siguiente … como un milagro nos levántaramos iluminados, sin miedos, disfrutando de lo que hacemos, con una mirada nueva, con un corazón limpio y abierto… sin que nosotros hubiéramos tenido que hacer nada o poco.
Pues sí, si así lo enfocamos, si vivimos en la abundancia del Universo, puede incluso suceder pero me temo que cuando así pensamos es que no estamos haciendo por nuestra parte todo lo que está en nuestra mano y creemos que Super man o un hada madrina vendrá a nuestro rescate. En estos días de «cuarentena – a mi manera» en algunos momentos de resentir de situaciones pasadas todavía no resueltas (¡ay!) así lo he sentido y me he reído con la imagen de un hada entrando por la ventana abierta mientras duermo.
La tarea es indelegable también nos alerta que nadie nos ha dado vela en el entierro de otros, solo nos incumbe a cada uno lo que es de cada uno. Yo puedo sugerir, guiar… pero… la labor es de cada cual y si no se me pide consejo, ayuda, guía… mejor me callo porque lo que diga no llegará en buen momento. Y esto en Occidente es harto complejo: recuerdo que hace años cuando empecé a dar clase de español a japoneses y les preguntaba por ejemplo: «¿qué le dirías a una persona que fuma mucho?» Y todos decían: nada, es su vida, si no me pregunta yo no le diré nada. ¡¡¡Uau!!! ¿Qué les parece?
Para esta entrada, he seleccionado algunas frases y un par de párrafos de esa conferencia a que personalmente me han parecido «joyitas»
Si estoy limitado por mis miedos:
- No voy a tener espontaneidad
- No voy a tener naturalidad
- No voy a ser bueno en lo que sea, en cualquier actividad que fuera.
El arte de vivir no es vivir sin miedo sino APRENDER A RECONOCERLOS.
En occidente como decíamos el otro día, no se habla de los miedos, lo suyo es esconderlos para que los demás no puedan hacerte daño si saben que eres vulnerable. Sin embargo, hasta que no los vemos, los conocemos y sabemos cómo gobernarlos… estarán actuando en el inconsciente y se reflejarán en nuestra mirada, en nuestro verbo, en nuestro hacer… Por lo tanto, a por ello, es una tarea que nos puede llevar un rato pero los resultados serán nuestro florecer y eso además de indelegable es impagable.
Cuando tengo miedo de decir lo que pienso porque:
- Se va a ofender
- No me va a entender
- Me va a criticar
- Se va a quedar dormido
- No le importa…
Si yo no puedo compartir las cosas que llevo dentro por miedo a… la convivencia se va enfermando. La salud de una convivencia es directamente proporcional a poder decir lo que me pasa. Cuando yo no puedo decir lo que me pasa porque se ofende… directamente esa convivencia empieza a trabarse.
Para las culturas antiguas, inexorablemente, las personas siguen ciclos de 7 años. Y ese momento del 7º año que va ocurriendo, es un momento de CRISIS que viene del verbo “Crino” que significa DECIDIR. Así que esa crisis es un momento de decisión.
Qué importante saber qué quieren decir las palabras y de donde vienen para que el uso a través del tiempo no nos esconda el significado profundo: qué diferente saber que crisis no es un tiempo de sentirnos mal, de rupturas desde la negrura… sino un tiempo de vernos, de re-visar nuestro pensar, nuestro sentir, nuestro hacer… ¡uau! y sobre todo que debajo de crisis hay una decisión.
Cada 7 años la vida me pone en situación de mirarme a mí mismo y revisar mis decisiones. Así deberé revisar:
- Dónde estoy parado
- Cuáles son los miedos que me están atrapando
- Qué tengo que cambiar
- Qué tengo que aceptar
- Qué pasa con mi ideal y mi misión en la vida
- Y Sabiduría no viene de saber sino de SABOR: el hombre sabio no es aquel que sabe sino aquel que aprendió a disfrutar, a saborear la vida.
ENSEÑAMOS LO QUE SABEMOS Y CONTAGIAMOS LO QUE VIVIMOS
( ja, ja, sin comentarios… contagiamos lo que vivimos… y ahí no existe la trampa de la palabra, el hacer se ve)
“La mayor influencia psicológica en la vida de los hijos es la vida no vivida de los padres”
“Lo importante no es si pierdes o si ganas. Lo importante es NO PERDER LAS GANAS”
(esta frase me puso la carne de gallina: cuando era jovencita y también después muchas veces asistía al «pataleo virtual» de padres – los míos – riñéndome por la vida que llevaba, por lo que hacía… y yo no quería herirles pero pensaba «eh, ¿quieres de verdad que lleve la vida que tú y me sienta igual de infeliz que tú?» )
Y como culminación – se me acaba la batería del ordenador y no he traído el cable – este párrafo en el que explica muy bien lo adecuado de un tiempo de soledad, de un tiempo de re-visión interna como el de la cuarentena, aunque no es necesario ese nombre que también nos trae otro significado: que antes estuvimos enfermos. Qué maravilla de nueva visión sobre esa palabra tan temida para muchos : Poner sol en la propia edad: poner luz a lo que pienso, a lo que siento y a lo que hago.
Sinceramente,
El que está aprendiendo a vivir sabe darse tiempo para la soledad: no es aislamiento, es ponerle sol a la propia edad. Momento en que le pongo claridad a lo que pienso, a lo que siento y a lo que hago. Tiempo para clarificar interiormente. Se toma los momentos para la soledad, para encontrarse consigo mismo
Gracias viajeros, ojalá que la tarea sea por gusto, por el inmenso placer de conocernos de verdad, de reencontrarnos con nuestra verdadera esencia.
Si el gusto anda por medio, si el saborear cada momento es uno de los placeres del día … el resultado está asegurado y el premio será el florecer de cada uno de nosotros.
¡¡¡Uau!!!
Graciassssssss
Gracias a ti por escrito de una manera tan amena y simpática y tan de reflexión y tan de todo, gracias, gracias
, gracias.
Abrazos agradecidos, Eva. Un placer.