EJERCICIO PREPARATORIO ANTES DE UN «CORTE DE LAZOS QUE ATAN» CON LOS PADRES –

Sé que nunca he sido «al uso» así que en la cuarentena tampoco iba a hacerlo de forma «normal». Seguramente eso hará que sea más larga… me da igual… cada día es un terreno virgen por vivir y sentir.

Personalmente notaba que o bien son resistencias o lo que sea, el caso es que no terminaba de hacer duelos, cortes y demás. Ya digo, o bien me resistía o es que todavía no era el momento. Entre medias, me he venido a la casa familiar que hemos heredado hermano y yo después de la partida de padres. Ya sé, ya sé…no sé si soy valiente o una inconsciente porque me he metido en «su» casa cuando nunca fue la mía.

Sin embargo, yo creo que la casa agradece en sus cimientos que alguien abra ventanas para que entre este sol maravilloso de invierno en Castilla (los días que no hay niebla, claro), la viva de nuevo… Personalmente estoy haciendo limpieza y limpieza y limpieza: cada cajón que abro es un mundo de recuerdos y un mundo de «cositas» dejadas ahí por no saber donde ponerlas. A veces siento pudor porque es una forma de ver cómo ha vivido la persona o las personas sin que te hayan dado permiso.

Cuando llegué la semana pasada, después de Reyes, fue algo fascinante. Es como si ellos, mis padres, se hubieran ido a dar una vuelta y fueran a volver de un momento a otro: todo estaba preparado y listo para usarse y ya digo, como si en cualquier momento fueran a entrar por la puerta, como si el tiempo se hubiera congelado. ¡Uauuuu! Así que lo primero, fue deshacer esa visión. Ahora, el viaje es nuestro – de los hermanos, y la viviremos a nuestra forma. Yo he quitado todo aquello que me traía malos recuerdos… lo demás está en lista de espera. 

He hecho algunos duelos en los que no he sentido la liberación necesaria así que unos días antes de  reyes me decía a mí misma: necesito otro tipo de duelos, más simbólicos porque mi consciente es demasiado consciente… es como si no dejara paso a todo lo que tiene que salir de ese inconsciente. Y de repente, un día, a través de Facebook, me llega un libro que yo no sé cómo compartir pero que ustedes encontrarán fácilmente en Internet en formato pdf, seguro: «Cortando lazos que atan» de Phyllis Kryistal.

¡Gracias, gracias, gracias! a la autora y al Universo por estar a la escucha todo el tiempo. Cuando éramos pequeños nos maravillabamos cuando nos traían los reyes los juguetes que habíamos pedido… ahora la magia es incluso mayor: pides, preguntas, solicitas…. en voz alta o baja o para tí mismo  y antes o después a través de quién sabe qué medio aparece lo que necesitabas: en este caso un amigo de facebook que lo enviaba. ¿magia? ¡De la grande y buena!

La autora, dice ella que como no sabe si sería buena escritora o no, lo que hace es compartir tal cual su experiencia y los ejercicios, tanto de relajación, como de visualización… y lo hace palabra por palabra. De manera que podemos grabar sus palabras con nuestra voz o la de alguien que nos ayude a entrar en la frecuencia necesaria y hacerlo para nosotros o para nuestros pacientes, consultantes.

El ejercicio que comparto y que llevo haciendo 3 días es precisamente lo que buscaba: es un paso previo al duelo, al ritual de corte… cada cual que lo llame como prefiera. Y como es simbólico, el inconsciente lo entiende perfectamente: como no hay palabras con las que pueda divagar… las imágenes las integra enseguida. Es como preparar el terreno simbólicamente: La intención es ofrecer la información al inconsciente propio y al de padres o quien quiera con el que queramos hacer el corte, de la voluntad de vivir una vida independiente: de ahí los 2 círculos que hacen el 8: yo aquí y tú allí.

Es muy buena haciendo incisos porque sabe muy bien las pegas que los pacientes han ido poniendo a lo largo de su experiencia así que va diciendo cómo solucionar esas pegas si aparecen: por ejemplo: cuando visualizas el círculo – EN EL SUELO – que hay frente a tí  y al padre o a la madre dentro… ella – la autora – dice que es posible que alguno se quiera mover de ese centro propio y entrar en el del otro. Y ocurre, vive dios que ocurre. Entonces, como si de un muñeco se tratara, y estuviéramos en un guiñol, yo imaginaba una mano que entraba en escena y cogía al muñeco que representaba a mi madre que se movía como gato encerrado en una jaula, y lo ponía de nuevo en el centro. Así durante 3 o 4 veces hasta que el personaje parece que entendió que esta vez se trataba de otra cosa. ¡Buenísimo! En los días posteeriores, ya no ha sido necesario y ya verán qué diferencia – al menos en mi caso – de la reacción de uno y de otro de los progenitores. 

Vayan practicando, viajeros,  si lo consideran oportuno, necesario… Compartiré más ejercicios del mismo libro porque son muy sencillos y tienen ese simbolismo que el inconsciente entiende muy fácilmente… lo que nos ahorra un montón de palabras… 

Gracias de nuevo por la oportunidad de compartir lo aprendido, lo vivido… «Nada para mí que no sea para todos» escuché a Jodorowsky una vez hace ya tiempo y a mi corazón le encantó.

Qué disfruten de la experiencia. Nos encantará recibir sus experiencias después de unos días de práctica. Les aconsejo leerlo varias veces porque parece que es muy claro, y lo es pero sin querer pasamos detalles por alto. 

Ah, y por supuesto, los resultados aparecen en la medida que se hace regular y perseverantemente. De otra forma, no. 

INSTRUCCIONES PARA VISUALIZAR LA FIGURA DEL 8

Antes de cortar los lazos existentes entre tú y tus padres, habrás de practicar el siguiente ejercicio diariamente, al menos por dos semanas para cada progenitor.

Cierra los ojos después de haberte sentado cómodamente en una silla o en el suelo, e imagina que estás trazando un círculo, en el suelo, a tu alrededor, de un radio correspondiente al largo de tu brazo con los dedos extendidos. Visualiza este círculo como un tubo de luz dorada, como la luz del sol. No te apresures ni te esfuerces para verlo, sino deja que aparezca paulatinamente ante los ojos de tu mente.

Cuando llegues a sentirte realmente sentado en el centro de un círculo de luz dorada, comienza a visualizar un círculo similar, frente al tuyo, tocándolo ligeramente, pero sin interferir con él. Entonces, trata de ver a cualquiera de tus padres apareciendo en el medio del círculo en frente tuyo, cada vez que invocas a uno o al otro.

Asegúrate que cada uno de ustedes quede situado en el centro mismo de los respectivos círculos y, si te parece que cualquiera de ustedes se mueve del centro o y trata de entrar en el círculo del otro, imagina que son como muñecos que pueden volver a colocarse en el sitio que les corresponda. Puede que debas hacerlo varias veces hasta que cada uno permanezca centrado, en especial cuando se da la situación de que uno sea más dominante que el otro.

Una vez que puedas visualizar ambos círculos claramente y que ustedes dos se ubican en el centro de sus espacios respectivos, visualiza una luz pálida como la de neón que entra en el tubo dorado por el punto en que ambos círculos se unen y que comienza a moverse en el sentido de las manecillas de un reloj, primero por el contorno del círculo en el que está uno de tus padres y que, al llegar al punto de partida, comienza a circular por el lado izquierdo de tu propio círculo, apareciendo por tu derecha, para continuar luego, desde el punto de partida, su camino inicial en el círculo frente al tuyo, describiendo la figura de un OCHO. Sigue observando este flujo de la luz azulada con tu visión mental por todo el tiempo que puedas mantener la imagen sin esforzarte. La duración de este ejercicio varía de una persona a otro, pero rara vez se puede mantener por más de dos minutos. Esta azulada luz neón atraerá magnéticamente todo tu ser hacia tu propio círculo y todo el ser de tu padre o tu madre al de ellos, de modo que cada cual ocupará plenamente su propio territorio separado.

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Este ejercicio habrá de repetirse regularmente cada día, hasta que fluya fácilmente, asegurando así que el mensaje que deseas convertirte en un individuo independiente penetre en las mentes subconscientes tanto de tus padres como la tuya propia.

La mente subconsciente entiende con mayor facilidad imágenes y símbolos que palabras, aunque habrán de repetirse de manera regular como para que el mensaje que se busca sea recibido y llevado a la acción. Los momentos mejores para la radiación de mensajes de esta manera, son aquellos en que recién te despiertas del sueño y cuando uno se retira a dormir, ya que durante ellos se está más cerca de la mente subconsciente.

Una vez que hayas establecido claramente la imagen, bastará con un corto período de práctica de unos dos minutos, en la mañana y en la noche. Durante el resto del día puedes ayudarle un poco a la figura ocho para mantenerla en movimiento, visualizándola de vez en cuando, del mismo modo en que un niño que juegue con un aro de madera le da un leve impulso con la vara para mantenerlo en movimiento.

Fuente: Cortando lazos que atan de Phyllis Kristal

5 comentarios en “EJERCICIO PREPARATORIO ANTES DE UN «CORTE DE LAZOS QUE ATAN» CON LOS PADRES –

  1. Esmeralda

    ahhh! estoy asombradisima he aquí la respuesta, recien te escribí en los dobles en el arbol genealógico y explico mi experencia con el 8 ahora me checan muchas cosas. ¡Mil gracias!

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