Nunca me gustaron los lavavajillas porque mientras friego los cacharros entro como en meditación y permito que me lleguen señales, imágenes, frases… ¡esa historia del espejo la entendí un día fregando, ya ven… y anda que no me ha sido de utilidad esa toma de conciencia!

Conduciendo me pasa algo parecido y en estos últimos 15 días de vida en la casa familiar he disfrutado del regalo de conducir entre la capi y el pueblo, yo sola. Hace un par de días cuando volvía a casa ví claramente la palabra IN-MERSOS. 

No tengo ni idea de cómo empezó esta idea de separación que es la base de todos los «conflictos» que vivimos tanto interna como externamente. Estamos separados unos de otros, somos diferentes unos de otros…que se traduce en yo soy más que tú o al revés, yo me siento ofendida por lo que tú me haces o viceversa …y ahí damos vueltas sin parar a la noria de la separación con las consecuencias que a diario vivimos.

Y bien, eso es una idea y como tal le podemos poner los calificativos que queramos y más aún es cambiable, modificable, suprimible …

El caso es que mientras iba conduciendo ví, sentí claramente que todo eso es una falacia que el ego, la religión, los códigos culturales… a saber…»nos mentían» (y quién sabe si adrede, ja, ja) y nosotros habíamos picado en el anzuelo y lo habíamos creído y con esa referencia nos movíamos en la vida.  

Así nos imaginamos que nuestra piel es una frontera, que las paredes son otra… sin darnos cuenta de que todo, todos (seres de humanidad, animales, plantas, minerales… ) estamos formados e imbuidos en la misma esencia. Sin embargo, incluso los científicos insisten en decirnos que somos vacío en un noveintaytantos por ciento. ¡Vacío!

No hay fronteras, no hay límites que nos separen a unos de otros y todos hemos sido creados de la misma Fuente. Por lo tanto, no solo es que «Todo es Uno» y que «todos estamos unidos» sino que todos somos lo mismo con diferentes conformaciones y por lo tanto funciones. 

Y todos in-mersos en esa Fuerza Inconmensurable, sin límites con, que a tenor de la cultura china, crea, sostiene y entretiene todo lo Creado… a su imagen y semejanza.

¡Un milagro! 

Cada vez que pronuncio esa frase y digo «sostiene» me emociona porque mira que sufrimos a ratos por sentirnos aislados, des-asistidos… Cuando tomas conciencia de que «nos» sostienen – a todos y a todo – (porque además La Creación no tiene otra, somos parte imprescindible del puzzle)… miedo ¿a qué? Amén de que ya solo puedes mirar al otro, otros… como en esencia tú mismo. 

Todos, todo… Somos Luz  y la luz no tiene fronteras, límites.

Gracias, viajeros de luz, por esta bendita oportunidad de compartir.