En la escuela donde me formé en medicina china y qigong, de momento, se lleva a cabo un trabajo de investigación constante sobre diversos recursos que ofrece esa milenaria tradición. Uno de ellas es el I CHing – El Libro de las Mutaciones o El libro de los Cambios – y mediante su consulta se elabora el siguiente oráculo que comparto como herramienta muy útil de orientación personal y terapéutica.
Cada hexagrama y su nombre conlleva una información de muchos sentidos: lo que trasmite el hexagrama en cuestión (para ello se consulta el I Ching) – ya te da muchas pistas de las energías activas y favorables durante la época que dure cada hexagrama – y va cambiando -; para trabajarlo y activarlo, se puede dibujar el hexagrama (ya sabiendo la intención del hexagrama); también meditar en ello, imaginarlo… danzarlo, hacer qigong dibujando en el aire el hexagrama. Cada hexagrama además se ve favorecido con el trabajo en algunos de los resonadores (hay atlas donde te dicen donde están los puntos y si teclean en google seguro que aparecen). Al final de la entrada aparecen los activos este mes: pueden localizarlos y sencillamente colocan el pulgar sobre el punto y dicen el nombre… son muy bien mandados y están deseando llevar a cabo su función (el nombre ya lo lleva implícito en muchos casos)
Como lo vamos a ir explicando mes a mes… espero poder disponer de tiempo para preparar dibujitos con los resonadores y mi forma de trabajarlos, que esto es como las recetas… hasta que no lo ves hacer a veces te resulta difícil imaginarlo. Y es una herramienta muy interesante de evolución de consciencia porque se trabaja también a un nivel inconsciente cuando lo danzas, cuando haces qigong, cuando activas los resonadores y en esa medida se armoniza, se equilibra, se dirije…la energía con una intención…
A continuación comparto el correspondiente a este mes – hasta el 26 de enero – qué lo disfruten y les sea de utilidad.
Por cierto que el Dr. Padilla nos habla de algo parecido a lo que tantas veces hemos comentado de los programas, de los códigos… él se refiere a ello como el arrraigo de las determinadas creencias, la raíz…Lo importante es «ver» y tomar consciencia de lo fuerte que es esa raíz y de las acciones que llevamos a cabo en base a esos arraigos…, tomar conciencia y ¡actuar!
Y estar muy atentos porque desde fuera si uno va quitándose arraigos… no gusta nada, enseguida te «valoran» en base a ese no querer seguir esos pasos… es año de muda de piel, además. El Finder me dice muchas veces, cuando me «ofusco» con algo, «si un tonto te mueve la silla…ponte tú misma el nombre». ¡Y se queda tan ancho! pero es así, sería tonta – y lo soy cuando me pasa (la última vez hace un rato con madre y sus programas… )
Gracias
¡¡¡Bienvenidos al 2013, Año de la Renovación!!!
ORÁCULO de cada luna
Cada año el Dr. Padilla nos regala una posibilidad más de orientación personal y terapeútica: El Calendario Oracular. Basado en el Zhou Yi 周易 –Cambio en el cielo– la parte más conocida del Yi Jing 易經 –I Ching, el Libro de las mutaciones o el libro de los cambios– y el Ajedrez Oracular -creación original de la Escuela Neijing- comienza cada año el 21 de diciembre y va cambiando con cadaLuna Llena.

EL CALDERO
La Alkimia del Agua 35/50
28.12 al 26.1. 2013
Preguntas y Respuestas, 27.12 Dr. Padilla
J.: Hoy termina Lo abismal, El abandono a el no hacer y vamos a empezar EL CALDERO, LA ALQUIMIA DEL AGUA hasta el 26 de enero Estamos todavía en el año de la Conversión pero va a comenzar el de la Renovación. ¿Qué nos sugiere?
Dr. Padilla: efectivamente vamos a entrar mañana en El Caldero, La Alquimia del Agua. Pues está muy relacionado con la Renovación.
Es la parte quizás más transcendente de la Renovación: la alquimia que incluye la mutación. Y a propósito de la Alquimia del Agua como bien sabemos desde el punto de vista de la Medicina tradicional china, hay unas zonas energéticas que se llaman CALDEROS y en virtud de esos calderos se produce una combustión de calor, relación agua–fuego, importantísima, que es lo que nos permite mantener nuestra temperatura corporal, que nos permite mantener una circulación de los líquidos adecuada, etc… etc…
Por otra parte está, como dice bien la transcripción que hacemos del I Ching, La Alquimia del Agua. Lo alquímico que resulta el agua no solamente por sus conversiones, hielo-agua-vapor-nubes-lluvia-granizo-nieve, es algo increíble y su alquimia de saber combinarse con cualquier cosa: igual el agua vehiculiza un veneno poderosísimo que vehiculiza un remedio maravilloso y sin duda podemos estar muchos días sin comer pero sin beber… poquitos.
Es decir que el agua en sí es un elemento alquímico de primer orden, es el bautismo por excelencia como agua; es lo que nos lleva a la limpieza; cuando hablamos del agua enseguida lo relacionamos con lo limpio porque es “inolora”, incolora, insabora, insípida. Es como el maná, que igual nos resulta generosa en sus lluvias secuenciales, pero igual nos resulta terrible como el Diluvio y como un tsunami – imaginemos, bueno sin imaginar, ayer se cumplían 4 años del tsunami-.
Entonces, realmente el agua tiene una alquimia, así por lo simplemente descrito impresionante. Y ahora fíjense, si nosotros somos un 70%, aproximadamente un adulto, de agua y claro cuando bajamos ese nivel ya no es viable la vida, pues tendríamos que comportarnos –en ese nivel de consciencia– como inoloros, incoloros, insaboros e insípidos.
Claro, al oír esto podríamos decir “¡claro, entonces seríamos unos “sosos” impresentables, una cosa para tirarlo a la basura!”. No, no, no. ¿Acaso el agua es para tirarla a la basura? ¿Es que acaso hay algo mejor que quite la sed que el agua?
Es que justamente cuando alcanzamos ese nivel de inoloro-incoloro-insaboro-insípido cuando estamos en nuestro mejor momento, sí. Cuando aparentemente no sabemos a nada. ¿Cuándo realmente estamos sanos? Cuando no sentimos nuestro cuerpo, cuando no sentimos ni la espalda, ni el vientre, ni el tórax, no sentimos ni las costillas, ni la cabeza, ni la boca… el silencio de los órganos. Eso ¿qué significa? Que el agua está bien. Porque en cambio cuando sentimos el costado, la pierna, la cabeza… ummm eso no hay que sentirlo, hay que ser como el agua y como el agua si se está realizando en sus movimientos habituales tenemos consciencia de nosotros pero no sentimos nuestro hígado cómo funciona –sería terrible y cuando nos duele– ya de por sí es angustioso con que sintiéramos en consciencia todos los mecanismos que hace un hígado sería insoportable. En cambio no, es silencioso, es como el agua porque parte de él es agua.
En la medida en que alquimizamos nuestro ser recordando el agua y sus caminos y sus diferentes formas desde los ríos que es lo más evidente que vemos correr y sonar hasta los mares que son inabordables, inabarcables, nos vemos ahí reflejados en muchas de sus formas, y si nos fijamos, como decía Lao Tsè, “Sé como el agua que no desdeña ningún espacio”. Entonces si la ponemos en una jarra circular el agua es circular. Si el recipiente es cuadrado, el agua es cuadrada pero no deja de ser el agua ¿eh?… Saber estar.
Yo estoy ante el rey y le trato con respeto Sr. D. Rey… le digo lo mismo que le dije antes de ayer y que está escrito. Y sé estar allí pero, ¿por qué no le voy a decir lo que he pensado de su discurso? Como súbdito de un reinado puedo hablar y hablaré lo que he dicho en cualquier lugar. Entonces «sé como el agua». En cambio si estoy ante el monarca y me pregunta “¿es cierto que usted ha hecho este comentario a propósito de mi discurso? Y yo digo “bueno, verá su majestad, no era mi intención decir…” No, ya no soy como el agua y ese día me dolería de todo. Dejo de ser. Me adapto al protocolo, me dirán “mire cuando salude al rey por favor no le apriete mucho la mano porque son miles de manos que aprietan todos los días, sea usted más blandito. Procure hablar despacio y bien, no se extienda, tiene usted 5 minutos.” Ya sé, no hay más que hacer.
Recientemente tuvimos el privilegio de que el presidente Mújica nos recibiera en el palacio presidencial en Uruguay con motivo del XIV Congreso de la Asociación Hispanoamericana de Acupuntura… y nos dijo “¿qué, qué tal marchan las cosas?” eso fue lo primero que nos dijo al sentarnos “pues verá usted, las cosas marchan así, así , así” y empecé a hablar y hablar como una cotorra para contarle –yo sabía que tenía el tiempo justo, no me dijo nada la secretaria pero estoy ante el presidente de gobierno de un país y he de suponer que claro, y que nos acabamos de conocer, y que tiene la deferencia de preguntarnos “¿qué tal va la cosa?” y bueno hablamos de la vida, de la muerte, de la medicina, hablamos de todo lo que surgió en ese momento y ya cuando vi que guardaba un discreto silencio, de un servidor salió la idea “bueno, está usted muy ocupado y nosotros también” “sí no nos falta ocupación”, y justo en ese momento cuando nos levantábamos entró la secretaria. Habíamos consumido el tiempo exacto y fueron más de 20 minutos, más de lo que yo pensaba en principio… antes de irnos le pedimos hacernos una fotografía…
¿De qué hablamos con el presidente? Pues de lo que estábamos haciendo, de lo que sentíamos, de lo que era la Asociación Hispanoamericana, de que antes creían que estábamos en los árboles pero ya no estamos en los árboles, ya sabemos nadar, correr y que publicamos trabajos, y que hay cuatrocientas y pico personas escuchando, proponiendo y publicando… Y él por otra parte hablaba de sus cosas y sobre la marcha él intervenía en alguna cosita. Por supuesto no nos dedicamos a hablar de acupuntura porque el hombre no es un experto en la materia pero sabía que el congreso era de eso. Y hablábamos en general de los aportes que estábamos haciendo y de la organización del congreso, y luego las cosas se derivaron por muchos sitios y nosotros hablamos y dijimos lo que sentíamos de cada cosa, y el hombre también hablaba, en su nivel, de otras cosas y la conversación fue fructífera en cuanto que cumplimos con la invitación que le habíamos hecho para asistir al congreso al que no pudo acudir pero él a su vez tuvo la delicadeza de decir “yo no voy pero por favor vengan ustedes, yo les saludo” y en alguna medida nos reconoce. Y es el primer presidente que lo hace hasta ahora y siempre se les invita y de verdad que fue grato en el sentido de ver cómo también es posible interesarse por otras cosas en esas instancias. El se quedó muy sorprendido al ver que no le pedíamos nada –todo el mundo le pedirá algo cuando van a hablar con él– y nosotros solo queríamos informarle, y cuando ya vimos que había más que hacer, nos levantamos y nos fuimos. Él insistió un par de veces “bueno, llámenme cuando quiera para lo que quiera” ¿Cómo voy a llamarle yo cuando quiera para lo que quiera, si es el presidente? Nosotros también le dijimos “bueno, señor presidente, si alguna cosa…” “Esperemos no necesitar nada de ustedes”. “No me refiero a su salud –al poco después tuvo un problema venoso– me refiero a cualquier colaboración que pueda hacer la Asociación, para programas de salud, que nos tiene a su disposición” “Ah, bueno, bueno”, como diciendo “no me nombres la bicha”
***
Dr. Padilla, Preguntas y respuestas, 7 de junio
“El Caldero”, “La alquimia del agua”.
Lo que nos quiere decir este hexagrama es que es el momento –hablando del año de La Conversión–, en el que todos podemos convertirnos en lo que soñábamos, en aquello que pensábamos, en aquello que intuíamos, en aquello que intencionadamente hemos calculado, entonces esto es importante porque estamos en el momento de la alquimia, en el que el Cielo se muestra favorable para esos procesos alquímicos, para esas transformaciones, para esas mutaciones, para esas transmutaciones.
Digamos que es el mes ideal para hacer posibles los imposibles, y hacernos una idea de todos nuestros recursos.
También, darnos cuenta de la capacidad y medios que tenemos que a veces son muy débiles y nos parecen muy fuertes.
Es decir la alquimia nos sitúa en los dos extremos, porque son dos extremos que se tocan en alguna medida, y así como nos puede hacer ver los fantástico y lo maravilloso de conseguir lo imposible, también nos sitúa en cómo nos parecía imposible que…y resulta que no, que somos tan frágiles, tan frágiles y a la vez tan fuertes, que es fácil que vayamos de un lugar a otro de una manera significativa.
También la alquimia del agua nos habla a propósito de nuestra vitalidad, de nuestra capacidad de recursos operativos.
Entonces es importante darse cuenta que los recursos que tenemos como seres vivos, tanto en lo anímico como en lo físico, o como quieran llamarles es, o son, recursos francamente grandes y valiosos, y cuando nos sintamos que no podemos, es cuando justamente nos damos cuenta que podemos, sin que esto signifique el logro de algún poder, por supuesto que no.
También el caldero implica cómo tenemos que mantener nuestra vida animista, viva, es un buen momento ahora para animizar lo cotidiano, poner en lo cotidiano esa versión de misterio, esa versión de Creación, esa versión de creatividad, de espiritualidad, ahora es un buen momento.
Esos huecos, y esos espacios vacíos entre razones y buenas razones, pero que realmente no están llenos, ahora es el momento de descubrir que entre medias hay casualidades, hay coincidencias, hay suertes, hay imprevisibilidades, inesperados acontecimientos, que realmente no dependen de nosotros. Este es un buen mes para darnos cuenta de ello.