Esta mañana compartíamos un cuento sobre las creencias – y como decíamos el cuento nos ofrece una forma especial de «entender». El chiste es incluso más «condensado» a la hora de ofrecernos una chispa de sabiduría y eso es lo que ahora compartimos: una chispita de humor, de ese «ah, es verdad» que nos hace cambiar de chip.
En las escuelas, deberíamos dedicar un tiempo cuando menos «prudente» al humor, a los chistes, a sacar punta…
Por otro lado, nos habla de ese ego tonto que ejercitamos cuando creemos que nuestras costumbres, que nuestras creencias son mejores que las del otro. Y entre «espirituales» hay que revisarlo más todavía porque el velo es otro y no se ve fácil.
Gracias
UN CHISTE SOBRE LAS CREENCIAS
“Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un anciano chino poniendo un plato de arroz sobre la tumba vecina. El hombre se dirigió al anciano chino y le preguntó:
-Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer arroz?
-Sí-respondió el chino-, cuando el suyo venga a oler las flores…
Fuente: http://planocreativo.wordpress.com/2009/06/14/un-chiste-sobre-las-creencias/
El lamento no viene a cuento ni trae cuenta 