Este hexagrama – nº 36 del I ching : Persiguiendo a la Luz: El que sabe aguardar lo prometido (en la versión oracular alkmímica de la Escuela Neijing)- con el fuego abajo y la tierra arriba estará activo hasta la próxima luna, que viene a decir que la energía está dispuesta favorablemente en este sentido.
Y me he tenido que reír (con ganas) al leer la explicación que Carol K. Anthony da a este hexagrama pues estos días he estado viviendo inmersa justamente en ese magma emocional que van a leer a continuación.
Fue ayer cuando me dí cuenta – sin haberlo leído todavía – que estaba mirando «mi» situación por el «pretendido dolor o sufrimiento que a mí me estaba causando». Y recordé que igual que el síntoma es una solución que nuestra biología crea para sanarnos… las situaciones que vivimos son tan solo un espejo que refleja qué estamos sintiendo. Por lo tanto, dejando al lado lo que parece que «me están haciendo» me puse a revisar qué era lo que tanto me revolvía y en qué, dónde y cómo me reflejaba a mí. Pura magia que deshace nudos.
Amén de humildemente desapegarnos – dice el texto – y confiar en que Lo Creativo, la Naturaleza Creadora está actuando ( al margen de mis «deseos de venganza o de – lo que sea que estemos sintiendo ) y si la dejamos actuar y desarrollar el proceso… veremos los resultados. Si no, interferiremos con nuestros pensamientos que crearán la imposibilidad de que aparezca otra «solución» que la que nuestra pequeñez es capaz de adoptar y de la estrechez de miras «casi» nunca brota la magia.
Un Curso de Milagros diría que humildemente ofrecemos la situación al Espíritu Santo y la dejamos en sus manos incondicionalmente sin interferir. A su vez, el H´oponopono que «humildemente pedimos a la Fuente que disuelva los pensamientos erróneos que han dado lugar a esta situación». Y ¡vive Dios que los hay! Ah, ¡y vive Dios que los disuelve!
Gracias Viajeros, aprovechemos el tiempo favorable para re-sintonizarnos y esperar confiadamente. La paz es lo primero.
Y servidora, hoy, ha vivido la paz de saber que hay alguien al cargo y ese alguien mira por lo tuyo como si fuera suyo. Algo que es impagable. El alma lo sabe y descansa con gozo.
Nº 36: El oscurecimiento de la luz
Arriba: K´un: Lo receptivo: La tierra
Abajo: Li: Lo adherente: El fuego
Descontentos con el progreso lento perdemos nuestra independencia interior.
La luz se ha sumergido en la tierra, esa imagen se refiere a circunstancias adversas que hace difícil que mantengamos nuestra voluntad de seguir el camino. Parecería que no ha habido progreso y por tanto nuestro equilibrio y nuestra independencia interior están amenazados.
Nos desesperamos porque la situación parece difícil e inamovible temiendo que nunca encontraremos una solución. Nuestra luz interior siempre está amenazada cuando nos ocupamos de mirar una situación desde el punto de vista de nuestro ego, de nuestro corazón infantil. Es como si tuviéramos gafas oscuras y todo parece estar clasificado como “no ha mejorado” o “está peor”. Las costumbres mentales de la gente parecen tan deficientes que no podemos imaginarnos ninguna posibilidad de que cambien. Tampoco podemos entender que por seguir nuestro camino no habrá ninguna diferencia durante el periodo de tiempo en el cual creemos que deben cambiar.
Con esta imagen nublada nos olvidamos de que todos los cambios son como corrientes que viajan a través de un paso subterráneo, antes de que suban a la superficie. Debemos recordar que no podemos obtener una visión clara si nos limitamos a observar lo exterior de la situación; de la misma forma, no podemos ver con claridad si no podemos acallar los clamores de nuestras voces internas. Debemos desapegarnos y dejar de observar la situación.
Esto es difícil si no nos liberamos de los sentimientos de resentimiento, hostilidad o frustración. Por el momento, tenemos que aceptar la situación humildemente como está.
No debemos preocuparnos de cómo los demás ven nuestro desapego. La vanidad en la forma de orgullo herido actúa y moviliza a nuestros inferiores hacia la ira, el odio y la defensa propia. Nuestro ego (en forma de vanidad) está implicado siempre que tenemos la dependencia emocional de crear un progreso visible, un progreso mensurable. Su mando continuo perpetúa el ciclo interminable del “sin progreso” mientras siga gobernando no podemos atraer el poder de lo creativo, el cual responde solo al desapego.
Para escapar al dominio del ego, necesitamos reafirmar que lo Creativo (la naturaleza) actúa lenta e imperceptiblemente hasta que un día llueve, florece y la fruta madura. El desenlace del drama de la vida pone los diversos elementos en orden: entonces, ocurre lo imposible. Debemos recordar que el milagro de florecer la lluvia y la fruta son el producto de la naturaleza.
Debemos evitar divagar o discutir ya sea nuestro comportamiento el incorrecto o el de los demás. Concentrarnos en lo negativo tiene un mal efecto.
Fuente: Calendario oracular de la Escuela Neijing y «Guía del I ching» de Carlos K. Anthony