LA INFORMACIÓN QUE NOS DAN LOS «ESPEJOS»… BENDITOS SEAN

Durante estos días me han llegado algunos comentarios pidiendo luz sobre los accidentes domésticos. En las respuestas he dado como base un vídeo de Jorge Wilke sobre ello que comparto a continuación. 

Y como la Vida es así de generosa, ayer me recomendaron los de you tube un vídeo que ya había visto (como tantos) de Enric Corbera hablando de los espejos (buenísimo) y en su parte final habla precisamente sobre esos accidentes domésticos que a veces nos abruman. El resto del vídeo nos transmite la sabiduría de esos «espejos» que son los otros y sobre todo los otros que nos «revuelven» por dentro. Es un tema que escuece y sin embargo es todo un camino de auto-conocerse y de ir hacia el estar en paz dentro y fuera de uno mismo porque todo parte de mí… (y todo con mucho cariño que las riñas refuerzan el programa de resistirse a ver). Enric, como siempre, nos lo explica de forma muy sencilla y que van a entender perfectamente sin que haya posibilidad de ofensa. 

Nada en nuestra vida y eso incluye todo lo que «nos» sucede, es casual. Lo primero precisamente es retirar ese «nos» que parece que alguien nos quiere hacer daño ¡con lo buenos que somos nosotros! ¡jolín! Pues no, nadie externo a nosotros nos quiere hacer la vida imposible… Todo está ahí para señalarnos el camino o precisamente para señalarnos por dónde no debemos ir. Recuerdo que Virginia Blanes decía que los golpes que nos dábamos en la cabeza al salir del coche, o al bajar la puerta trasera de el mismo, o al levantar la cabeza y darnos con una puerta de un armario… querían darnos a entender que «vamos demasiado deprisa». 

Por supuesto, cuando sucede algo a nuestro alrededor o a nosotros mismos… la sugerencia es pensar «eh, vuelve a estar presente que no lo estás» Y si en el momento que nos pasa, nos preguntamos en qué estábamos pensando… ahí tenemos el principio de la madeja para poder tirar de él y comprender lo que está pasando. Es un momento de consciencia: «a ver, ¿qué estaba pensando?» no de echar balones fuera y pensar qué mala suerte tengo y por qué a mí. 

Y desde luego, tomar consciencia de que en muchos momentos del día… no estamos presentes, vamos por libre y la vida nos lo recuerda «eh, qué ibas conmigo y te has ido». 

Qué disfruten de las pistas, viajeros de luz. Y ¡al loro!

Gracias

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s