Buenos días, viajeros de luz
La semana pasada ha sido tan intensa en lo concreto de la vida cotidiana que a pesar de seguir leyendo y escuchando cositas muy interesantes, ni el tiempo ni sobre todo la serenidad interior para ponerme delante y escribir o incluso solo presentar… me ha acompañado mucho.
He elegido esta entrada para compartirla hoy porque en mi experiencia personal vivo intensamente este asunto del árbol genealógico. No por casualidad, soy doble de los padres, todos los abuelos, una tía muy importante y varios más. Así que desde el principio, desde que comencé a escuchar los vídeos de Enric – hace ya un tiempo – y luego en la formación… me dí cuenta de que eso que nos explicaban como «hacer un duelo» tenía más miga de la que yo por entonces entendía.
Y es verdad que al principio nos decían o entendíamos que hacer el duelo con tal o cual ancestro era una cuestión de cortar. ¿Cortar? ¿Cortar qué?
La experiencia vivenciada y sentida nos dice – o al menos es así en mi caso – que cuanto más te empeñes en cortar sin comprender, solo porque ese programa me va mal o incluso me hace daño, más denso e intenso se hace. Lo he comprobado con madre – la mía.
¡Y es que faltaba toda una labor de comprensión, de perdón hacía cada uno de ellos! Y no solo por la comprensión y el perdón hacia ellos sino porque cada una de las «cositas» que comprendemos y perdonamos en ellos… estaban ya en nosotros y si no llevamos a cabo esa labor en ellos, con ellos… la paz, la liberación no llegará a nosotros porque lo mismo que comprendemos en ellos… habrá de ser comprendido en nosotros y viceversa.
Claro, es muy bonito decir «esto no es mío, es de tal o cual ancestro» pero es que a ellos les pasaba igual: que no era de ellos tampoco, que venía de arriba… y así vamos de generación en generación.
Por eso, el perdón, la comprensión, la liberación… traspasa el «yo», el «ellos». Cuando sientes la liberación que da el perdón… no hay diferencia entre tú, yo, ellos… es perdón, sin más – y sin menos.
Una bendición.
Gracias, viajeros de luz. Un gusto y un honor compartirnos.
El Árbol como juego de Perdón
Es normal entender al principio el árbol como algo con lo que hay que “cortar”, pero quizás “con el tiempo” te empiezas a dar cuenta de que no se trata de “cortar” sino de un juego de integración y Perdón Auténtico.
Aunque en nuestro árbol genealógico, al principio vemos mucha oscuridad (vemos lo “malo”), esa oscuridad no está ahí fuera, no está en las personas de nuestro árbol que señalamos, sino que está en una parte oculta de nosotros, una parte a la cual no queremos mirar, porque mirar ahí, supone aceptar partes de nosotros que no nos gustan.
Cuando queremos liberar los programas, conflictos e historias de nuestro clan desde el miedo (en cualquiera de sus formas; culpa, rencor, odio, rabia, juicios…), esos programas no sólo no dejan de tener fuerza en nosotros, sino que en algunas ocasiones se hacen más fuertes. Siempre digo en los cursos y consultas, que cuanto menos nos queramos parecer a alguien, más nos pareceremos… aún cuando no nos demos cuenta de ello. Jesús lo decía de otra forma: “vemos la paja en ojo ajeno, pero no vemos la viga en el nuestro”.
La única forma real, en la que soltar todos esos programas que hacen de nuestra mente una prisión, es darnos cuenta de que todo lo que vemos en nuestro árbol, está en nosotros y hacer un trabajo de perdón auténtico hacia cada uno de los miembros de tu árbol.
¿A qué me refiero con Perdón Auténtico?
El Perdón Auténtico tiene que ver con la aceptación, la comprensión y el perdón.
Aceptación: La aceptación de que lo que fue, no pudo ser de otra forma. Lo que pasó, lo que no pasó, lo que me hicieron o no me hicieron, las carencias o excesos que tuve, todo está bien. Aceptación tiene que ver conmirar atrás y no querer cambiar nada, tiene que ver con abrazar tu pasado y también tu presente. Desde la aceptación no hay culpables, no hay víctimas ni victimarios, se acepta lo que pasa como lo posible.
Comprensión: La comprensión de que tú no eres tus programas. Tus programas son sólo eso, programas. Y si tú no eres tus programas, ¿qué te hace pensar que tus padres, abuelos, bisabuelos sí son sus programas? Puede que las conductas no hayan sido las más amables y amorosas, pero más allá de eso, todos ellos son totalmente inocentes, al igual que tú. Lo que tú eres, está mucho más allá de tus programas.
Perdón: Hacia cada una de las personas de tu árbol, haciendo ese trabajo de liberación emocional y des-hacimiento de juicios, para al final darte cuenta de que cada acto de perdón que haces hacia ellos, en el fondo lo estás haciendo hacia ti mismo. Que de alguna forma, cuando les perdonas eres tú quien se libera y que las cargas que llevas, son las cargas que inconscientemente has decidido llevar, ya sea por afinidad a alguien de tu clan, o por expiar sus culpas, y que por supuesto, si lo deseas puedes soltar esas cargas.
Cuando te das cuenta de esto, tu mirada hacia tu árbol empieza a ser diferente. Puedes mirar a tus ancestros e integrar también su luz en ti. La luz, lo positivo, los valores y recursos que ellos te trasmiten están siempre ahí, sólo que a veces necesitas que atravesar la oscuridad para llegar a verlos, sentirlos e integrarlos.
Gracias como siempre por leer y compartir. Un abrazo.
Fuente: http://www.saulperez.com/el-arbol-genealogico-es-un-juego-de-perdon/
Hace ya mucho tiempo que quería entrar en tu bloc, para comentar, para charlar, a pesar de tener mucha gente a mi alrededor, que estoy segura que me quieren mucho y que escuchan todo lo que tengo que decir en esta fase de mi vida, hoy es unos de esos días, que yo lo vivo hacia adentro, que parecería una loca hablando con algunos de mis hermanos , cuñada o amiga, pensarían que estoy mal, y no es eso, es solo que me apetece conversar con alguien que este en la misma onda que yo, hoy me levante con dos ideas claras, agradecer a todos y al todo lo que he aprendido en estos años, por que he llegado a la conclusión que hemos venido a aprender, por la mañana agradezco todo lo que me va a pasar y por las noches como dice Alejandra Casado, derivo absolutamente todo, derivo lo que me paso en este día para emplearlo como experiencia mañana, y la segunda era compartirlo en tu bloc, ¡¡¡¡no hay nada que me guste mas que compartir!!!.
Quiero agradecer cosas que no recuerdo, pero que se quien me las enseño, y cosas que recuerdo.
Agradezco a mis padres, que decidieran tenerme, aun a pesar de la dura situación, no estaban casados, supongo que mas para mi madre que para mi padre,
Que me enseñaran a andar, hablar…
A mi abuelo Pedro, quiero agradecerle, el hacerme sentir siempre especial.
A mi tia Paqui, hacer bombollas hacia adentro con el chicle.
A mi hermano ÁNGEL, que me ha enseñado tantas cosas , lo bueno es que el no lo sabe pero me enseño a querer, a sentirme importante, a conseguir muchas de mis metas.
A mi hermana Sene, por haberme enseñado a ser un poco mas sociable con la gente, a reírme de mi, ( por que ella es muy payasa y siempre me ha impactado que no tenga sentido del ridículo, por que me reflejo en ella, y por que supera las expectativas de cualquier hermana.
A mi hermano Maxi, por enseñarme con su accidente, lo muy capaz que soy en cualquier situación y a querer sin esperar nada a cambio.
A mi cuñada hermana Romy, que me ha enseñado la dulzura y la paciencia que puede llegar a tener una persona como ella, mi MIMI, que es como cariñosa mente la llama toda mi familia desde que mi hija aprendió a hablar y no sabia decir la erre.Por dejarme enseñarle todo y ser ya, mejor la alumna que la profesora.
A mi cuñada Neus, que cada día me demuestra que todo puede ser, solo espero que mi hija herede todo lo bueno que tiene, es Feliz en todo el contexto que contiene esa palabra.
A Xevi, mi marido, que sin saberlo me ha enseñado tantas cosas. A amar, A ser Mujer, a sentirme deseada, a superarme a mi misma, por el alto concepto que tiene de mi como persona.
A Paula mi primera sobrina, me ha enseñado a ser tía, y no una tía cualquiera, me escucha y a veces sus inseguridades de juventud me ayudan a afianzarme en mi nueva edad.
A mi sobrino Lucas, que me ha vuelto a recordar como era su madre de pequeña y me muero de la risa con el.
A mi hija Laura, que me enseña todos los días, que la quiero con locura y me enseña eso a querer y a veces la locura.
A mi padre que en estos momentos que esta muy pachucho, me enseña lo difícil que es estar enfermo.
A Corbera, que me metió dentro el gusanillo para estudiar a todo mi clan.
A mucha gente que me dejo, que han estado en estos tiempos en mi vida, la han llenado de experiencias y eso me ha dado mucho combustible para tirar.
A ti y a tu bloc, que todas las mañanas me hace mirar que has colgado hoy, para releerlo disfrutarlo y APRENDER.
Un besazo y mil gracias.
Ana Serrano Ballesteros
Muchísimas gracias, Ana por tu compartir lo que sientes… y lo que sientes es GRACIAS A TODO ¡¡¡qué maravilla!!!
Y gracias por tus palabras tan bonitas para con este espacio y mi persona en particular. Gracias porque saberlo me da fuerzas en esos ratos en que tienes menos y en los ratos en los que las tienes… te da alas.
Bendiciones agradecidas, Ana
Me gustaría hacer una entrada compartiendo este «dar gracias» tuyo para ejemplificar como hacer una carta para agradecer que es el primer pasa para integrar y trascender después. ¿Cómo lo ves?
Mil gracias a ti , por tus alas, que te llevaran tan lejos como tu quieras, gracias por querer que te acompañe en el camino.
Ummmmm, qué rico!. Graciassss
Hola hola, muchas gracias por tus gracias,la carta es de mi para ti y toda la gente que estuvo y estan en mi vida, una vez enviada lo que tu decidas hacer me parecera genial.
Mil besos, mil gracias
Ana.
A tííííí!!!!
Un gran abrazo. Cruz