Buenas tardes, viajeros de luz
Durante todo el finde no he abierto ni correos ni nada… me fui a Aranda, tierra de vino y cordero lechal (ellos lo especifican mucho, ja, ja…. ¡y qué rico!) al cumple de una amiga que nos había convocado en su casa para celebrarlo en tres días y con diferente gente. Y gracioso fue darnos cuenta ayer por la mañana que llevábamos varios días sin ordenador, sin correos, sin… Eso sí, con mucho cariño, risas y cooperación. Esto último lo añado porque la casa de esta amiga tiene escaleras mil por todos lados así que el día de la comida fuera… la logística puso a prueba – con unos resultados excelentes – esa cooperación. Y he de decir que las féminas fueron las que ofrecieron esa cualidad… a los chicos había que pedírselo y decirles qué traer… Después lo hacían.
En estos casos, cuando hay que pedir las cosas, casi siempre hay alguien que se enfada por eso, por tenerlo que pedir. «Jolín, es que no ven». Bueno, pues ya verán. De momento, hay que recordárselo… pues nada, se les recuerda y nos quedamos en paz.
Hay un vídeo que ví hace tiempo, (a ver si lo encuentro antes de publicar esta entrada) que hablaba – humorísticamente – de las diferencias entre el cerebro femenino y el masculino. Y en un momento decía que las mujeres se quejaban de que sus parejas «no hacían». Y él les preguntaba: «Y ¿cuántas veces se lo pidieron?» «Una, claro» decían las mujeres. ¿Y por qué no se lo dijeron otra más? añadía él. «Porque no tendría que hacerlo». En ese «no tendría que hacerlo» sufrimos las féminas mucho, primero porque ponemos nuestro mapa mental y segundo porque cada vez que «no lo hacen» y no lo pedimos más… se va apagando un poquito el brillo de la relación… y ese brillo es difícil de que vuelva así sin más.
Y como aclaración propia a todo ello, el caso es que ayer, cuando llegué a casa, me puse a ver los correos y lo que san facebook me contaba en mi muro… ¡Qué maravilla! alguien había enviado como regalo este documental que comparto: TU VIDA, TU CREACIÓN y del que habíamos visto hace tiempo un trailer y nos había dejado el gusto de verlo completo.
Los autores nos han regalado 48 días para verlo gratis. Para hacerlo, tendrán que enviar su correo, hacer una verificación del mismo y allí lo tienen. Queda hoy nada más pues lo recibí ayer, supongo. Yo lo he visto varias veces… y he recogido notas que les haré llegar en breve. Ahora he elegido compartirlo sin notas para que puedan tener más tiempo de verlo – antes de que el regalo culmine.
El documental es completo, es decir que ofrece «teoría» y también práctica. Es como si nos ofrecieran un «curso» en el que nos dan las herramientas para llevar a la práctica lo aprendido. Y lo aprendido, es nada más y nada menos, que somos los co-creadores de nuestra vida… solo que de momento, casi siempre y por desconocimiento, son los programas y las creencias del inconsciente – propio, de familia, de país, de época…. – las que la dirigen.
Disponemos de todas y cada una de las herramientas que necesitamos para esa creación propia solo que hasta ahora no sabíamos y además, el sistema hace todo lo posible para que no sepamos de ellas. Por ejemplo, imaginar sintiendo lo que imaginas, dándolo por hecho, sintiendo que tú estás ahí y que ya está pasando… es una de las más potentes. El sistema hará todo lo posible por anular esa imaginación. ¿Saben cómo? Además de decir que el que imagina «vive en las nubes» y eso «no vale pa ná»… usa el miedo – la emoción más corrosiva – para anular físicamente la posibilidad de «imaginar» lo que deseas…. Cuando hay miedo, solo se ve lo que temes, solo se focaliza en las consecuencias que temes y por ende, es lo que atraes. Ya ven su juego.
Así que está en nuestras manos…sus juegos, para ellos. El camino nos lleva hacia adentro para conocer, desaprender y volver a aprender y después para afuera al compartirlo en nuestras vidas. Un viaje muy indicado para viajeros de luz, ja, ja.
Qué lo disfruten … y practiquen cada segundo.
Graciasssss. Un honor.
http://tuvidatucreacion.com/gratis-mira-el-documental-tu-vida-tu-creacion/
El lamento no viene a cuento ni trae cuenta 