Entrada publicada originalmente el 30/05/2016 en http://www.ellamentonovieneacuento.com

A finales de enero, medio recién llegada (pues con las navidades por medio el tiempo se colapsa) de Argentina y Uruguay, el Universo me regaló un primer encuentro con un grupo de mujeres – casi todas maestras, qué maravilla saber que en un futuro las emociones serán parte de cómo aprendamos – en un pueblo de las Hurdes, una de esas comarcas míticas de España… míticas por su belleza y así mismo por una pobreza extrema vivida en otros tiempos.
Por incompatibilidad de fechas no habíamos vuelto a reunirnos hasta el sábado pasado. ¡Qué regalo! Esta vez, además asistía una farmacéutica… ¡genial! Ya hemos abierto otra puertita. Si la persona que me va a atender en una farmacia… sabe de emociones…. las cosas pueden cambiar para todos.
Mientras que nosotras disfrutábamos dotándonos de recursos para vivir verdaderamente nuestro día a día… el finder disfrutaba de la inocente sabiduría de varias niñas – algunas hijas de las asistentes y otras amiguitas de ellas y ellas disfrutaban de la sabia disposición del Finder para colocarse en la frecuencia de los niños… desde su «gran» experiencia. Si en algún momento, las Hurdes fue un lugar «oscuro» – eso decían los escritos – la chispeante viveza y elegancia de esas niñas… anulan ese mito para siempre. Lo que me contaba el Finder de vuelta a casa, en un viaje glorioso a través de una desbordante primavera, es para hacer cursos y cursos… de los niños a los padres. ¡Qué genial y auténtica sabiduría! Si las saben acompañar – acompañar, que no guiar por donde uno quiera – será un placer verlas crecer y expresar su brillo.
Desde que empecé la formación en bio siempre ví el enlace, la complementariedad con la Medicina china. Su forma de entender provee de herramientas, recursos y abordajes terapéuticos desde lo sútil, desde lo energético para que lo denso, la forma se transforme. Y eso es una ayuda inigualable para todos pero especialmente para «mentales» como muchos somos – son. Porque sin que tengas que poner lo mental… en la medida en que vamos haciendo, vamos practicando, vamos haciendo uso de esos recursos… uno nota la transformación, la diferente percepción… ¡Es mágico!
En el primer encuentro en las Hurdes les había dado algunos resonadores que con solo repetir el nombre ya hacían su función… o sea que si los atendemos, si los llamamos…
El sábado por la noche me entra un mensaje de una de las participantes pidiéndome la localización de mi resonador favorito «Renovar lo retenido» del que habíamos hablado en ese encuentro primero. ¡Bendita seas, Amelia, por recordarme las cosas importantes!
¡Uau, ya lo creo que importante! Renovar lo retenido.
Desde que uno empieza a re-visarse – sin acritud, con ternura… como una indagación, ¿¡a ver qué hay ahí’! – todo el enfoque se basa en ir disolviendo, transformando… aquello que está congelado en una emoción y que después ha producido un síntoma y que puede venir del transgeneracional, o de como vivieron los tuyos el tiempo de gestación o de lo que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestro caminar… Pero todo el tiempo estamos en esa idea de que ir des-bloqueando, de ir soltando el lastre que no nos pertenece para estar disponibles para lo nuestro «auténtico».
Y resulta que disponemos en nuestro ser energético expresado en nuestro cuerpo, de un espacio, de un resonador al que pedir que haga esa función que nosotros necesitamos llevar a cabo como es ese Renovar lo Retenido… ¡Uauuuu! ¡Bendito sea!
Podríamos explicar muchas cosas sobre ese resonador pero hoy vamos a quedarnos con el nombre alkímico: Renovar lo retenido.
En la medida en que lo tocamos, lo masajeamos, lo llamamos, visualizamos ese renovar todo lo retenido… es como ¡agua va! que arrastra, que desbloquea, que renueva lo natural de aquel espacio…, su función – por ese nombre – se hará magicamente y nosotros lo expresaremos desde todas y cada una de nuestras células ¿Se imaginan? Pues es así.
Y entonces, situaciones que veíamos como difíciles, como conflictivas… se resuelven de una forma con la que no habíamos contado… por ejemplo. Y eso lo he vivido en mí así que me da igual saber cómo es. Sé que así se produce.
Por eso, como sabemos que las señales vienen a través de cualquier medio… la petición de Amelia de este resonador me dió la idea de compartirlo con todos ustedes también porque entendí que era una necesidad global – ja, ja – la de Renovar lo Retenido.
Y como la bendita red nos provee, he encontrado una imagen para que ustedes vean la localización del resonador de riñón, Renovar lo Retenido y así lo puedan ir aplicando en su cuerpo energético que se reflejará en su cuerpo de expresión. Si van al enlace de la imagen encontrarán información en base a esa cultura milenaria sobre ese resonador y mucho más. (Ah, 2cun lo pueden traducir por 3 dedos transversales)
En la medida en que lo hagamos…
Gracias, viajeros de luz. Gracias
Un placer y un honor.