A PROPÓSITO DE LA CONCIENCIA… LA «BUENA», LA «MALA»…

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 ja, ja… pues no exactamente. 

¡Qué maravilla, viajeros de luz, saber que todos los pasos tienen un para qué aunque de momento lo ignoremos!

Ayer tenía una reunión a una hora y como llegaba muy pronto me senté tranquilita a tomar un café en una terraza. ¡Uno de los placeres que me gustan! El caso es que entre las notificaciones de mi face me entró una entrada a propósito de las jerarquías familiares y me puse a leerlo pues es un tema que me interesa personalmente (mi hermano desde que se fueron los papás … ha tomado el puesto de «mayor» sin serlo y me ocupa solventar el bucle que de vez en cuando se genera).

La entrada llegaba a través de un blog que no conocía (como tantos): ordenesdelamor.org y cuando me interesa una entrada de un blog… me doy una vueltita por el gusto de conocer, de saber, de sentir. 

Y mira tú por donde encuentro una entrada sobre la «buena» y la «mala» conciencia. Hace años ,que pasé una época de dormir mal, un amigo me decía siempre «es la mala conciencia que no te deja descansar» y nos reíamos. Y ahora que lo veo, ja, ja… ¡así era! (eso sí, esa mala conciencia no tiene que ver conque hayamos hecho algo malo realmente sino que el clan no va a estar feliz con esa decisión, esa forma… y se notará)

Y entonces ¡maravilla de las maravillas! fue como que se me cayó la ficha (que dicen allende los mares) y comprendí el por qué por ejemplo el año pasado cuando decidí vender el piso que había heredado a la muerte de los papás  me trajo tantos problemas con hermano. ¡Era esa mala conciencia personal de saber «inconscientemente» que ese paso me alejaba de las normas, de las expectativas del clan y me iba a traer como consecuencia la exclusión! 

¡Uau! Y digo comprendí porque eso es exactamente lo que sentí nada más firmar la venta… no dormí bien en días, tenía el estómago super delicado, nerviosa… (al inconsciente le encantan las tripas para expresarse) todo porque mi inconsciente sabía lo que venía después. Y vino, tal cual, la exclusión. 

Que a nivel humano te quedas pasmá ¿y esto? Pero, claro, a nivel humano es pelín limitado, como sabemos. O introducimos otro factor para percibir desde otra consciencia más elevada o ese nos lleva siempre por carreteras transitadas y bien aprendidas por el clan – entre otros – y esas carreteras cuando hay estos movimientos inconscientes de normas, expectativas, morales… nos llevan a la exclusión o a la pérdida del vínculo y por eso… sentimos mala conciencia porque el inconsciente – aún a costa de nuestra muerte emocional – busca sobre todo que el grupo, que el clan esté en equilibrio y así por ejemplo, si en la generación de los padres hubo dos hermanos que no se hablaban… en la siguiente vendrá alguien a representar ese conflicto para darle una salida desde el amor… y hasta que eso no ocurra… seguirá la representación repetida con otros personajes. En mi caso, por ejemplo, mi padre no se habló con su hermano menor durante años… y a su muerte… mi hermano «heredó inconscientemente» ser el representante del hermano menor (del que es doble además) y como tal… actuó. ¡Es como de chiste sino fuera que trae dolor!

Durante todo el día sentí que aquella «mala» conciencia que había seguido sintiendo durante todo este año aunque no todo el rato (gracias a dios) … se disipaba con la comprensión, con el «ah, era por eso». De ahí el miedo, de ahí las tripas revueltas, de ahí… todo ese bucle … no era que me había confundido en la decisión… era que esa decisión confundía al clan y mi inconsciente no quería que yo viviera las consecuencias de esa «confusión». ¡Vale! ¡Oído cocina! Gracias por el aviso pero… ja, ja. 

A volar.

Y a continuación les comparto la entrada de la que parte la mía propia. Ojalá a ustedes igualmente les haga «caer» su ficha particular – en el caso de haberla pero a lo mejor también sirve para entender lo que otros cercanos están viviendo y por lo tanto no juzgar porque estamos hablando de movimientos inconscientes así que juzgar poco – y más nos vale porque las consecuencias de juzgar ya las conocemos. 

Como la entrada se refería a la enseñanza de Bert Hellinger, esta mañana fui a la fuente original y encontré una entrada muy extensa sobre la conciencia que también les comparto aunque solo el link para que ustedes puedan entrar pero no hacer demasiado extensa esta (que ya lo va siendo, ja, ja). Seguro que les será de utilidad enseguida… Especial referencia a la importancia inconsciente entre el dar y el recibir en los grupos… y la familia en particular… ¡anda que no se entienden conflictos! 

Qué lo disfruten, queridos viajeros de luz y si de luz somos… que nos expresemos desde ella. 

Gracias, gracias, gracias. Un placer y un honor. 

 

¿QUÉ ES LA BUENA Y LA MALA CONCIENCIA?

Uno de los temas que más controversia genera en las Constelaciones Familiares es a lo que se refiere Bert Hellinger de la conciencia: La buena y la mala conciencia, Conciencia superior.

Cuando estamos dirigidos de manera inconsciente por las creencias y las conductas que nos enseña nuestra familia, país o cultura. Cuando usamos éstas como vara de medida, entonces estamos guiados por la «Buena conciencia» es decir por aquello que está bien visto para nosotros es decir «es moralmente correcto» y aprobado por nuestra familia. La mayoría de las veces sufrimos o fracasamos siguiendo esa buena conciencia, porque sentimos que no tenemos el derecho de ser felices porque nuestra familia no lo ha sido.

Cuando por el contrario somos capaces de hacer algo diferente a lo aprendido en nuestra familia, por ejemplo a ser felices al quedarnos en una relación de pareja, a vivir una vida plena…entonces estamos guiados por una «Mala conciencia» que puede  que nos lleve a ser excluidos de nuestra cultura o familia. Al ser visto como «raros o diferentes».

Y últimamente Bert Hellinger habla de una conciencia superior que está al servicio de la vida. Es como una especie de encendido  de la chispa de la vida que vibra a través nuestro y que nos lleva a ir más allá de nuestra mira de juicios o moralidades. Que nos hace estar en plenitud dirigidos por una fuerza que incluye todo y que se libera de juicios, es una fuerza que nos guía y empuja al amor, la sintonía y un equilibrio que aunque no entendamos nos llena de paz. Porque dejamos de juzgar entre bueno o malo y comprendemos que TODO es PERFECTO TAL Y COMO ES, es una especie de “comprensión superior”.

 

A continuación te comparto un texto de Bert Hellinger que lo explica con más detalle:

 

«Aquello que normalmente definimos como conciencia es un sentido interno, similar a nuestro sentido del equilibrio. Con su ayuda percibimos cómo debemos comportarnos en un grupo para poder formar parte de él, y qué debemos evitar para no perder esta pertenencia. Tenemos la conciencia tranquila cuando cumplimos las condiciones para la pertenencia. Tenemos mala conciencia cuando nos desviamos de las condiciones para la pertenencia.

 

De grupo en grupo, las condiciones para el derecho a la pertenencia son diferentes. En una familia de ladrones hay que hacer algo diferente a lo que se haría para formar parte de la familia de un pastor. En ambas familias, los hijos tienen la conciencia tranquila o sienten mala conciencia por comportamientos totalmente distintos.

 

Por tanto, para muchos, «moral» significa aquello que en nuestra familia es válido e «inmoral» significa aquello  que no es válido en nuestra familia. Es decir, los contenidos siempre determinados por el sistema.

 

Lo curioso es que desde la buena conciencia nos sentimos autorizados a perjudicar a otros que son diferentes. Cuando alguien se justifica alegando su conciencia, en la mayoría de los casos quiere hacer daño a otra persona. Soy bueno y quiero algo bueno, no necesito justificarme con mi conciencia, o de otras religiones.

 

Por eso, lo realmente bueno es algo que se halla más allá de la conciencia, y para hacer lo realmente bueno se necesita la valentía de ir más allá de la conciencia. Lo realmente bueno significa que sirva a muchos y que también reconozca como válidas las diferencias de otros grupos y otros sistemas, o de otras religiones.

 

Pero también existe una instancia superior. Esta actúa más allá de la conciencia que acabo de describir. Actúa cuando estamos en sintonía con algo más grande.  A veces experimentamos el actuar de esta instancia en una constelación, cuando de repente todos los participantes están en paz, como en concordancia con algo más grande. O cuando uno nota que está llamado a algo a lo que no se puede sustraer; si se resistiera a hacerlo, algo en su alma se rompería. O si hiciera algo determinado que en un plano más superficial considera correcto, también rompe algo en su alma. Lo que aquí actúa, también es una conciencia; una conciencia superior. Está muy cerca del ser, de lo esencial.»

*Si quieres profundizar en el tema y otros más  puedes realizar nuestra Formación Online en  Constelaciones Familiares 

Escrito por Luz Rodríguez

Contacto: info@ordenesdelamor.org

Fuente: http://articulos.ordenesdelamor.org/2016/07/que-es-la-buena-y-la-mala-conciencia.html

Y para ampliar, el link de la entrada de Bert Hellinger

Hellinger: http://www.hellingeruruguay.com/?page_id=691

http://www.hellingeruruguay.com/?page_id=691

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