Buenos días, viajeros de luz

¡Qué bien sientan unos días off! ja, ja… tan off que no he escrito nada – excepto un pequeño poema – durante dos semanas.

Me fui de chicas, de amigas: primero a celebrar el cumple de una a Cullera, qué maravilla hasta nos pudimos bañar ¡en octubre!
Hace años casi me ahogué en el Atlántico así que desde entonces al mar le tengo más que respeto…y no nado mar adentro sino en horizontal.

Uno de los días que nos bañamos, el mar – el Mediterráneo – estaba como una balsa, tranquilo, templadito…. ¿Qué más gozada que sentirte sostenida por ese agua primigenia, de siempre? Me encanta tumbarme boca arriba y flotar despreocupada, confiada y así lo hice ese día del mar en calma.

Mientras disfrutaba de ver el cielo sostenida amable y generosamente por el mar… sentí una de esas tomas de conciencia que te liberan de creencias y programas en un abrir y cerrar de ojos. Sentí – casi escuché físicamente – a mamá y papá allí al lado dándome el permiso y animándome a ser yo, a borrar culpas y temores…que me dejaron por dentro como vibrando, burbujeante, agradecida.

Esa vibración agradecida es imprescindible y fundamental para sentir esa Unidadde la que hablan los sabios antiguos y los científicos modernos. El sentirnos Arte y Parte de un Todo Uno en relación constante con todos los seres de la Creación es la chispa que abre el abanico de la magia de la Vida.

Y así, la segunda parte del viaje, también con amigas, fue ofreciéndome, en vivo y en directo, ahí en frente, miles de oportunidades de ver las trampas que nos ponemos en el día a día para ser incapaces de sentir esa fusión con el Todo que somos todos y cada cada uno.

Y ví en ejemplos sobre todo de mujeres, que, cuando no sentimos esa unidad que somos con Todo, cuando todo lo vivimos en términos de “yo y los otros”, lo de afuera nos llena el tiempo, la cabeza, los oídos, la mente…. lo valoramos, lo criticamos, lo juzgamos (es decir que además de verlo y focalizarnos en ello, nos posicionamos en que está bien o mal), nos asombramos de lo mal que lo hacen los otros – sin darnos cuenta de que eso que no comprendemos que hacen los otros, está en nuestro hacer también … pero no lo vemos – y sí nos lo dicen incluso hasta nos podemos ofender – por lo que necesitamos de unos actores que “actúen nuestro guión”.

Cuando no sentimos esa Unidad… no damos abasto, incluso algunos hasta resoplan o suspiran.

La semana pasada acompañé a una amiga en la preparación y desarrollo de un día de puertas abiertas en su consulta y espacio de bien estar recién inaugurado. Y eso me dió oportunidad de conocer a muchas mujeres que como estaban en su medio – la consulta es en un pueblo y se conocen todas – con lo que implica para favorecer o desfavorecer – hablaban tranquilas de lo que vivían, les ocupaba tiempo y mente, les pre-ocupaba… Todo un “estudio de necesidades” gratis y contigo dentro.

Casi nadie había oído de bio, de transgeneracional, de …. cómo vivían lo que vivían era sin ayuda, sin otras herramientas. A pelo. A ninguna se le ocurría pensar que aquello de lo que se estaba quejando lo estaba atrayendo ella, incluso más, lo estaba generando ella. Y claro, si no estás atento, enseguida te sale el “pero… ¿cómo pueden….?” ¡Ay, cómo no pueden…! Pues porque no pueden – de momento – porque repiten, sin saberlo, creencias, patrones, programas… que están escondidos en el inconsciente y que “les-nos” empujan a ver, a percibir y sentir de una determinada forma obligando a nuestra biología a “solucionar” por nosotros, en forma de síntomas, lo que nosotros no vemos o vemos y creemos que no somos capaces de hacer frente, haciéndonos vivir una vida que no es la nuestra.

También he visto y comprobado que la medicina china es un complemento perfecto para todo el proceso. Sin la indetermediación mental… todo se va abriendo.
La vida es así de generosa. Llevaba un tiempo pensando en qué, cómo sería una formación para personas que empiezan ahora, que han dado un pasito ahora, que …. ahora. Por dónde empezar, qué ofrecer…. Allí estaban ellas diciendo lo que necesitaban…. sin preguntárselo.

Y mira tú por dónde, uno de esos días, ya después del día de puertas abiertas con más tiempo, me llegó un vídeo de Enric Corbera que es como una “Primera clase” para empezar a ver, percibir, sentir, vivir desde tu propio yo, el sin añadidos.

Tengo la “cuasi-transcripción” escrita pero no pasada a estos medios digitales, así que se la compartiré en la siguente entrada para no demorarme más en estar con ustedes.

Gracias, viajeros de luz. Les echaba de menos.