LLUVIA, PATRONES, ENCUENTROS… BENDICIONES

Entrada publicada originalmente el 04/03/2018 en http://www.ellamentonovieneacuento.com

Buenos días, viajeros de luz

A pesar de que llueve y llueve – que en general no me vuelve loca – esta vez estoy tan emocionada viendo correr los ríos de nuevo… Es tan hermoso. Hasta este finde y desde la primavera pasada el agua de los ríos había ido mermando a la misma velocidad que el calor del sol nos abrasaba. A esas alturas de verano solo pensábamos en que el otoño ya estaba cerca y llovería… Nunca apareció la lluvia generosa, ni en otoño ni en invierno, si cuatro gotitas pero no aquella que haría llenar los pozos, correr los arroyos y ríos, nutrir la tierra… Cuando iba a la sierra cada semana, casi ni miraba los ríos pues el alma se estremecía.

Saber que el proceso que estamos viviendo no es natural, que es estratégicamente montado con el sentido que el poder quiera, no ayudaba a la esperanza de “lloverá, antes o después lloverá”. Ahora que llueve a cántaros también sé que no es natural del todo pero lo agradezco igual. La tierra rezuma humedad, será un buen año de setas, de flores… Uau, es un gozo ver las tierras de las dehesas charras llenas de pequeñas corrientes de agua, charcos aquí y allá. Seguro que a los labradores que tenían que sembrar, a lo mejor no les va del todo bien, siempre hay alguien que no es el beneficiario. En este caso, había un bien común entre medias: el de todos, tierra, plantas aves, animales de 4 patas y nosotros que necesitábamos la limpieza de la lluvia como el comer o el dormir.

Por fin llegó y parece que se va a quedar unos días. Bienvenida seas, amada lluvia. Gracias infinitas por las bendiciones que traes contigo. Gracias

Ayer me reunía con un grupito de mujeres en las Hurdes. Para llegar había que atravesar cortinas de lluvia que parecía caer como si fuera la primera vez: a cántaros. Sin embargo, siempre nos merece la alegría el encuentro, el comenzar a ver… sobre todo cuando nos ponemos de forma práctica con el árbol de alguna.

Ayer, como suele ocurrir en muchas ocasiones, a medida que íbamos desgranando el árbol de cada una… nos dimos cuenta de que todas teníamos la misma historia: nos dejaron con abuelos, tíos… para ir a trabajar (ja, ja, qué entiende una niña de 2 años del trabajo y su necesidad… nada. Solo entiende que papá y mamá no estaban y te habían dejado con quien fuera), a las mamás les había intentado comer el terreno una cuñada (ja, ja… las cuñadas y las “cuñas” que ponen en el fluir familiar)…

Fue un encuentro muy hermoso y nutritivo. Eso sí, el ego no dejaba de preguntar en boca de una u otra: ” si, si, pero ¿cómo lo resuelvo?”. ·Es gracioso como ese Yo no pierde turno, en cuanto la persona decía “uau, acabo de tomar conciencia de…” y se le llenaban los ojos de lágrimas, a los 5 segundos preguntaba ¿ya pero ahora qué hago?.

Nada, ahora respiras y permites que esa toma de conciencia se asiente … para empezar. Hay personas que con eso ya vuelan libres. Hay otras que necesitan algún protocolo, alguna técnica más para que sus células se enteren del todo. Lo único que no necesitamos, para nada, es la pregunta del millón: “y cómo lo hago?” porque esa pregunta anula el fluir y le da una chance a ese Yo para que siga en lo mismo porque es difícil, porque no sé cómo hacerlo, porque me da miedo ser libre…

Entendí a mi madre escuchando a Parise decir que el Yo siempre quiere el estado anterior, el familiar: en mi caso cuando iniciaba algo nuevo mi madre siempre estaba descontenta y me animaba o recriminaba – según el caso – para seguir haciendo lo que estuviera haciendo antes. Por ejemplo, cuando comencé la escuela de español para extranjeros, como emprendedora, para ella fue un disgusto, “y si no ganas dinero, y si vienen alumnos, con lo bien que estabas en …”. Cuando años más tarde comencé otro proyecto muy diferente… lo ideal para ella era la escuela de español: ¡con lo bien que estabas ahora…!. Ahora me parto de risa pero entonces fueron momentos de disgusto.

Las mujeres que allí estábamos ayer, todas, hemos sido elegidas para comprender, honrar y a la vez vivir una vida auténtica fuera de las normas, programas… de la familia. Hoy casualmente me llegó un artículo al respecto que traigo a compartir. Curiosamente mi madre era modista, yo pasé muchas tardes de pequeña entre patrones, tijeras, trocitos de tela sobrantes, hilos de colores…Y mira tú por donde ahora me dedico a des-hacer esos patrones. Bendita Vida.

Las sincronías del universo son así de mágicas.

Un placer viajeros de luz, gracias infinitas por su presencia constante. Es siempre un honor.

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