LA EDUCACIÓN PRO VIDA

En la última entrada precisamente hacíamos mención a esa careta que cuando niños necesitamos crear para sobrevivir. La careta era múltiple, empezaba en la familia pero la escuela fue sin duda la gran fabricadora de máscaras. Hoy presentamos un documental que tiene por nombre «La educación prohibida» y que al final del documental transforman en Educación ProVida. Así sí.

Gracias a todos los que han hecho posible este documental que cuando menos nos hará reflexionar primero sobre «nuestra» educación porque a nuestros años ya tenemos perspectiva para ver el resultado de esa educación en nuestras mismas carnes. Lo mismo – y más – hará en generaciones futuras si no ponemos remedio. Da vértigo escuchar a ratos, la verdad, porque es lo que hemos vivido. Sin embargo me ha dado mucha alegría ver que hay innumerables colectivos poniendo en práctica otras formas, otros métodos. ¡Hay esperanza entonces! He recordado la avidez con la que leía los libros de Summerhill cuando era estudiante y viendo a los educadores-guías-estudiantes hablar se renueva la admiración por ellos. 

Después de ver el documental – en varias partes porque es largo y necesita reflexión – fui tecleando algunos de los nombres de las personas e instituciones que presentaban en el documental y en una de esas páginas que fui abriendo (qué lujo de información) encontré un blog que se llama proyectovolar.wordpress.com que en una entrada del 25 de abril ya hacía un comentario de esta película. Lo adjunto a continuación

Se titula La educación prohibida, se estrenará a mediados de año y tiene buena pinta. Es un documental, un proyecto de un estudiante de cine de Buenos Aires (Argentina), German Doin Campos, de solo 23 años, que cuestiona la escuela tal y como se entiende hoy en Occidente y plantea la necesidad de un “nuevo paradigma educativo”, una escuela que responda a las necesidades, los cambios que se están dando “en el mundo y en la humanidad”.

El principal material del largometraje son visitas o entrevistas a escuelas, maestros, especialistas, pedagogos, educadores, pediatras o representantes de instituciones. La mayoría representantes de las propuestas educativas que desde hace décadas han desafiado la escuela tradicional: el método Montessori, la educación en casa (home-schooling), las escuelas libres, la educación por proyectos, las escuelas activas o la pedagogía Waldorf, por citar las más conocidas. Metodologías que no solo se basan en los conocimientos teóricos y prácticos, sino “en facilitar herramientas y capacidades junto a las emociones, el arte y las percepciones”, explica el autor.
Doin Campos inició el proyecto en 2009 y lleva más de 100 entrevistas realizadas en Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, México y España. Esta será, de entrada, la materia prima de La escuela prohibida. Aunque el propio autor explica por correo electrónico desde Buenos Aires que el interés que ha suscitado el proyecto en todo el mundo podría llevar a una segunda parte. En la red ya se pueden ver los dos primeros avances de lo que será el largometraje. Entre el primero y el segundo suman más de 150.000 visitas. El primer avance arranca con una sugeridora frase de Albert Einstein: “Lo único que interfiere en mi aprendizaje es mi educación”.
El autor, que asegura que se ha cuestionado la escuela desde bien pequeño, habla de falta de valores, de que la educación tiende a homogeneizar, que esquiva el conflicto y se muestra partidario de “una escuela que permita desarrollar el potencial de cada uno”. La idea es, si la escuela es un espejo de la sociedad, si muchos problemas comienzan en la escuela, ¿por qué no cambiarla para que pueda dar otras respuestas?.
De ahí, explica el autor, el título de la película: La educación prohibida. Porque, argumenta, “la educación está prohibida, no podemos atender a la educación, porque genera conflictos, porque no atiende programas curriculares, porque tiene diferentes objetivos y tiempos”. Es más, prosigue, “el problema va más lejos que la escuela, y que la educación, como proceso de desarrollo humano, nos la prohibimos nosotros mismos. No podemos atender a nuestros intereses, a nuestros sueños, deseos, ganas de aprender, porque para el mundo significa una perdida de tiempo… Y eso es lo que poco a poco, debemos comenzar a cambiar”.
La realización de la película es colectiva, señala Doin Campos, con la colaboración de voluntarios que se ocupan de poner la música, de realizar animaciones, traducir subtítulos o participar en los rodajes. En la misma línea, La educación prohibida estará registrada bajo licencias libres de Creative Commons, con la idea no solo de permitir, sino animar la copia, reproducción y distribución gratuita y sin restricciones.
El equipo de Doin Campos trabaja ahora mismo en conseguir la financiación que les permita estrenar en solo unos meses. Visto el segundo avance, el proyecto es ambicioso. Quieren “situar la necesidad de una nueva escuela en la agenda social”.

Clara Blanchar

La escuela ha cumplido ya más de 200 años de existencia y es aun considerada la principal forma de acceso a la educación. Hoy en día, la escuela y la educación son conceptos ampliamente discutidos en foros académicos, políticas públicas, instituciones educativas, medios de comunicación y espacios de la sociedad civil.Desde su origen, la institución escolar ha estado caracterizada por estructuras y prácticas que hoy se consideran mayormente obsoletas y anacrónicas. Decimos que no acompañan las necesidades del Siglo XXI. Su principal falencia se encuentra en un diseño que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.
A partir de estas reflexiones críticas han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. «La Educación Prohibida» es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional.

Más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales; más de 25.000 seguidores en las redes sociales antes de su estreno y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a «La Educación Prohibida» en un fenómeno único. Un proyecto totalmente independiente de una magnitud inédita, que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.

Qué la disfrutéis con mucho gusto y si es en compañía para reflexionar ¡mucho mejor!

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