Al principio, después de escuchar a Enric en sus clases… lo demás te parece flojo. Nada más lejos de la realidad. Encontré a este joven hablando de bio no hace mucho y aunque, como digo, al principio lo sentía un poco «soso»… he aprendido a escucharle y explica la teoría de forma muy sencilla, con calma y con esa guasa que tienen los andaluces que tanto me gusta.
En una charla – no sé si es la que comparto hoy u otra – le pregunta una mujer qué puede hacer con una hermana que está muy enferma, que ella no aguanta a esa hermana pero claro como está muy enferma… y Rubén sin despeinarse le dice «bueno, también puedes hacer otra cosa: ponerte tú también enferma» (porque la muchacha solo hacía que poner pegas a los remedios que Rubén le ponía) Y así somos. Lo he vivido en directo, en las clases con Enric y en consulta y con amigos… aunque parece que lo entendemos a última hora siempre sale la excusa, la justificación del ego, el sacrificio, la culpabilidad…
Creo que esta conferencia fue la primera que escuché de él: EL INCONSCIENTE Y LAS EMOCIONES OCULTAS: Para los que no han escuchado mucho de biodescodificación les vendrá muy bien este ciclo de conferencias porque lo explica desde el principio y para gente normal, no para personas que se vayan a dedicar a la sanación…
Esas emociones que ocultamos por quedar bien, por vergüenza, por no hacer daño, por que no está bien decir lo que piensas o incluso porque piensas o sientes que es peligroso decir lo que piensas… nos hacen vulnerables y a nuestro inconsciente no le gusta nada ¡callarse! Todas esas emociones que no expresamos se quedan en esa nube que llamamos inconsciente y que antes o después se transformarán en un síntoma o en otro.
A veces sentimos que no podemos, que no tenemos fuerzas para expresar esas emociones a la persona en cuestión. Rubén nos recuerda – y yo así lo hago aunque agradezco mucho que lo confirme porque una a veces hace cosas que no sabe si en realidad son así – que como el inconsciente no reconoce la diferencia entre lo real y lo simbólico o lo real y lo imaginario… pues podemos imaginar, podemos escribir, podemos hacer un muñeco y contárselo…. todo, lo que pensamos, lo que ocultamos… ¡de momento el conflicto baja de intensidad, eso fijo! El caso es no dejar esa presión dentro que pugnará por salir antes o después. Y la paradoja es que nos decimos a nosotros mismos que no hacemos esto o lo otro por no hacer daño a fulanito y resulta que al final nos hacemos daño a nosotros mismos. Ya ven ustedes la guasa.
Lo oirán en la conferencia pero lo escribo porque a mí me va mejor así, que lo pueda leer: para síntomas de poca monta (que los podamos manejar sin tener que acudir a nadie) o para ir empezando a sentir nuestro cuerpo (algo que la educación nos ha prohibido desde siempre) estos son unos pasos que podrán seguir para entender, para comprender las razones que la biología ha tenido para elaborar un síntoma determinado para resolver algo que nosotros no sabemos cómo.
– 1º: ¿qué ha pasado justo antes de ponerme mal?
– 2º: escuchar a tu cuerpo: ¿dónde te está afectando?
– 3º: esa parte ¿para qué me sirve? ¿qué te impide hacer ahora el problema?
– 4º: ¿qué necesidad tengo yo de esa función?
– 5º: ¿qué solución te da tu cuerpo?
Qué disfruten del seguir aprendiendo sobre cómo funcionamos y sobre cómo comprendernos mejor. Y así a lo mejor, no necesitamos más síntomas porque ya pensamos blanco, sentimos blanco y hacemos blanco, es decir vivimos en coherencia.
Gracias
Cada cosa que comparte, me llega como anillo al dedo.
gracias, gracias, gracias.
buen complemento con lo de E.Corbera.
Ja, ja, debe ser mutuo porque cada comentario de utilidad, de sservicio, llega como una caricia. Abrazos Teresa, un gusto