¡Ummm! Estamos culminando este viaje maravilloso que iniciamos ya hace más de un mes, exactamente el 2 de noviembre y me acaba de informar la amiga que me acoge en Montevideo que estamos bajo la influencia del trigrama “La creatividad del Cielo” (en base a la medicina china)…¿no es maravilloso?
Por otra parte, acabo de ver que hoy comenzamos la onda encantada de la Estrella – en base a la cultura maya – que es nada más y nada menos la onda que favorece nuestro hacer en el sentido del arte, de la vida en el sentido del arte.
Como vemos… todo confluye.

Llegué a Uruguay el sábado pasado esta segunda vez (pues ya estuve al principio del viaje) desde Buenos Aires a Colonia de Sacramento. ¡Qué hermosura de lugar!

Llegaba a Colonia con hambre pues debido a que en Argentina era finde largo (como en España) había cientos de argentinos que también viajaban a Uruguay y el embarque en buquebus… demoró 3 horas más de lo habitual y a mí me quedaban 31 pesos argentinos asíque imposible tomar nada a los precios que usan los aeropuertos, los barcos…
Por eso al llegar a Colonia, además de admirar la belleza de esa ciudad pequeña iba atenta a encontrar un lugar para comer algo medio rápido porque solo tenía un par de horas para estar en el lugar sino quería llegar demasiado tarde a Montevideo. Primero elegí un lugar pero en la terracita hacía demasiado viento así que seguí camino y de repente de un barcito se oía ¡flamenco! ¡Ese sería el lugar!

Efectivamente ese era el lugar. Fue genial. La comida que me ofrecieron era artesanal y la conversación … genuina. Había un hombre sentado a la puerta del barcito que coqueteaba con la dueña y ésta parecía y sonaba feliz. Así que una servidora también se sentía feliz de ver la complicidad entre ellos.

Cuando una va sola… observa y yo había visto que la dueña tenía los brazos llenos de granitos así que casi al final, cuando ya había pedido la cuenta le pregunté a ella qué le pasaba en la piel. Me dio enseguida el diagnóstico que el dermatólogo le había dado… un nombrajo que no recuerdo pero era feo. Le pregunté cuándo empezó y me dijo: hace 3 años. Ya podía seguir preguntando: qué vivías hace 3 años? Los ojos se le humedecieron. Y seguí: qué vivías en ese tiempo con referencia a contacto? Un contacto que tenías y no querías o que no tenías y querías? No lo dudó: lo tenía y no lo quería y arrancó a llorar. Le dije: alguien que te tocaba pero tú no querías que lo hiciera. Así es, dijo rápido. Era mi ex pareja: me tocaba y yo no quería que lo hiciera. Le dije: ese es el fundamento de los granitos, tu inconsciente te ayuda a que no te tocara y te llena de granitos para que incluso a él le diera “asco” tocarte. ¡Así era! dice ella, desde que me salieron los granitos no quería ni mirarme. ¡Bingo! El hombre que coqueteaba con ella y que asistía a la conversación dice: ¡a mí no me importan los granitos! ¡Claro!
Ahora que ya sabes para qué tu naturaleza creó una solución “drástica” (en apareciencia) para que no te tocara esa persona que tú no querías (le dije) … el inconsciente ya hará el camino inverso. “Dios te oiga”, me contestó. Asi va a ser, linda.

Y así será, seguramente. En algún momento … cuando llegue a casa, contactaré con ella para ver cómo va. Desde aquí, luz para ella.
Así que ese sonido de flamenco me atrajo al lugar indicado.

Y después llegué a esta ciudad linda de Montevideo donde me acoge una amiga en su casa y me brinda la oportunidad de vivir desde dentro este país y esta ciudad, además de conocer a su hijo, sus amigos… ¡Bendita sea! Ayer, después de una tarde genial a la orilla del mar, estuvimos paseando por una feria de artesanos que hay en un parque de la ciudad y que se hace todos los años por estas fechas navideñas (en esta parte del mundo en verano) y que para mí fue un placer inmenso. No se imaginan que exquisitez en los trabajos que presentan los artistas. ¡Qué maravilla! Se lo comentaba a una mujer hermosa que ilustra y escribe cuentos para niños y medio que no se lo creía…¡pero en Europa también se hacen cosas lindas! Qué yo conozca… no con tanta exquisitez, le dije.

Hoy iremos a ver a una amiga de mi anfitriona que ha tenido un bebé y después nos pasaremos otro ratito por la feria pues ayer era domingo y estaba a rebosar de gente y para mí eso siempre es un poco agobiante. Seguro que hoy será más tranquilo y nos dará la oportunidad de disfrutar de las obras de arte que presentan… e incluso de comprar alguna cosita linda.

Un gran placer, viajeros de luz. Gracias desde lo más profundo de mi alma por su seguir ahí.

En breve… desde España de nuevo.

Gracias, gracias, gracias.