¡Qué gracioso! , resulta que cuando se produce el aterrizaje… los pasajeros aplauden. No lo hacen al despegar, por lo que «supongo» que es más complejo el aterrizar que el despegar … en el ámbito del vuelo de aviones, al menos.
Una servidora aterrizó antes de ayer… ja, ja, a las 4 de la mañana en el aeropuerto de Madrid ¡¡¡a las 4 de la mañana…!!! todo el aeropuerto para nosotros incluidos los «tantos» policías que cubrían ese turno de inmigración… y como éramos los primeros y además llegábamos antes de hora… a los pasajeros de allá que venían a este país les preguntaron y les pidieron de todo: que si la carta de invitación (que cuesta una pasta por cierto), que si el dinero que traían… ¡a mí nadie me preguntó ni pidió nada en ninguno de los aeropuertos que he transitado!. En esta Europa que se hace cada vez más «metal», más protocolizada, más normalizada (de normas que si no cumples te multan) se nos olvidó de donde vinimos y a donde fuimos… y eso trae sus consecuencias. Entre otras y aunque parezca una bobada… tenemos que tirar los huevos de gallina porque son un peligro para la salud pública y tenemos que comprar huevos que salen de unas pobres gallinas que están encerradas en pequeñas jaulas, que comen lo que les dan – pienso -, que no se pueden mover… esos huevos si son buenos. ¡Se me pone la carne de gallina!
Y se me pone más porque en Argentina por ejemplo… van a empezar a vivir este proceso de normalización de todo…y cuando se den cuenta (como nos pasó a nosotros con Aznar y después con Zapatero… que en realidad son iguales solo que el sistema se complace en esas aparentes diferencias para el pueblo pero ellos hacen lo mismo), después de que se les pase el engatusamiento de un hombre que habla de humanismo y es guapo como Macri pero que detrás tiene el poder de las corporaciones y esas no hablan de humanismo… No sé si él lo sabe todavía.
El caso es que aterrizar parece más complejo de efectuar. Y así lo estoy viviendo. Al ir para allá me acostumbré al horario en un plis plas y al venir también la verdad (ja, ja) porque ayer dormí más de 12 horas seguidas ¡qué placer! Sin embargo se nota, es como que uno viene a una velocidad y entra en un espacio que va a otra.
Cuando llegué a casa, aparecieron todos los temas que dejé o sin resolver o que quise obviar. ¡Es buenísimo! Pareciera que no había pasado el tiempo. Solo que ahora la vida me dió el regalo de la luz de allá, de ese hemisferio en el que están llegando al máximo de yang, están llegando al verano así que todo está en expansión… hacía lo máximo que se puede para empezar el 21 de diciembre a concentrarse. Al revés de lo que hay aquí: el máximo de yin: estos días, hasta el 21 de diciembre son los días de menos luz, hasta llegar al mínimo ese día para empezar (después de los 3 días de pausa) a crecer el yang, la luz…. hasta el 21 de junio…
Después de desayunar nos fuimos a la sierra, a disfrutar de la vida de la naturaleza… Esa sensación de que todo estaba igual la tuve que corregir en el campo donde se veía bien que parecía que nada había cambiado (de hecho las hojas de robles y muchos más árboles permanecen todavía en las ramas sin terminar de caer) aunque se veía perfectamente que había pasado el tiempo: las hojas estaban en el árbol pero el color ya no era el que dejé y así sucesivamente.
Es decir que dentro de esa aparente inmovilidad que yo veía al aterrizar desde una expansión constante… había un movimiento lentito, de a poco (que dicen allá)… pero que no había parado ni un solo segundo. Y así ví, que también los asuntos que me parecieron que estaban en el mismo punto… habían evolucionado, ja, ja, hacia esa contracción, hacia esa disminución de la luz… Eso sí, la certeza de que el movimiento es constante y que dentro de unos días… ese movimiento de la luz se hará hacia la expansión hace que el corazón se quede tranquilo: no te preocupes, linda, todo va a des-enrollarse.
Así que el darme cuenta y disfrutar de el vivir esas energías opuestas y complementarias a la vez, en el mismo espacio de tiempo: ese máximo de yang para que empiece el yin a destilarse (en el hemisferio sur donde van de la primavera al verano) y el máximo de yin para que el yang empiece a aparecer (pues vamos del otoño al invierno)… es todo un regalo que la vida me está ofreciendo. Noto como si en el interior se estuviera produciendo una integración de luces, de aspectos, de ritmos, de todo… es como si se estuviera amalgamando el yang en el yin y viceversa para que de esa integración se de el nuevo ser con el nuevo ritmo, con la nueva luz…
Es un placer sentirlo, vivirlo… saber que no está pasando por casualidad y que si «aguanto» el tirón de ese encontrarse de luces opuestas y complementarias… la nueva luz que me constituya será la consecuencia natural de la integración de ambas – opuestas y complementarias.
Gracias al Universo por brindarme esta oportunidad práctica de vivir ese Tao. Y gracias a ustedes por la oportunidad de compartir la viviencia.
Bendiciones para todos, viajeros de luz. Es algo a lo que no podemos oponernos: somos bendecidos constantemente.
Gracias, gracias, gracias.
o
corazón!!!Soy de argentina,mendoza.Más o menos 1000km de distancia de Bs.As..Te sigo desde hace tiempo seguro que mucho!!pero como es cúa ntico…ni idea!! Soy Directora de Enseñanza Primaria y ahora consultora en Decodificación Bioemocional…quería saber si genes Facebook para compartir contigo.Te abrazo Feliz de saber que mi tierra te trató tan Bien!!!
Buenas tardes, jackie
¡me trató como a una reina! corazón de mendoza!!! Uau, qué distancias!!! Me alegro saber de tu existencia… y de que trabajes en la enseñanza primaria, es ahí donde la aplicación de todas estas sabidurías tiene una influencia más decisiva. me encantará saber cómo trabajais en la escuela a nivel de emociones… si lo hacéis… a mí me encantaría ese ámbito.
Abrazos, jackie… volveré sin duda a tu tierra. Me puedes encontrar en mi face personal – porque el del lamento al final no me he puesto – Cruz Barbero Vicente