Uno de los mayores placeres que me proporcionó capital federal en Argentina, es decir Buenos Aires, fue pasear sin rumbo e irme encontrando con gran sorpresa, recocijo, admiración y gozo librerias fantásticas y cafés antiguos maravillosos.
Los nombres de las calles en Buenos Aires tienen para nosotros reminiscencias literarias, de canciones, de tangos… Caminar por Corrientes, por ejemplo a mí personalmente me mantenía en complacencia sostenida, era como que me daban un premio.
Cerca del hostel El Sol donde me quedaba en el gran Buenos Aires, estaba la calle Santa Fe. Y solo por el nombre… merecía el paseo. Yo no me informé de gran cosa antes de ir, quise dejar que todo me sorprendiera así que un día, con esa historia de caminar por la calle de la Fe (algo se me pegaría, ja, ja) me fui a recorrerla y en un momento dado encuentro una librería grande que me atrae por el fresquito y entro. Iba caminando por la misma acera que el edificio así que no ví ni el edificio ni la fachada… entré en una librería normal… hasta que pasé un poco más adentro y me encontré en medio de un teatro hermosísimo convertido en una librería maravillosa con la posibilidad además de tomarte un cafecito rico con mediaslunas en el escenario o de irte a estudiar allí como ví a un grupo de extranjeras que estarían estudiando español, supongo.
Vivo y soy de una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad que vive de las rentas de una universidad antigua donde las haya… y sin embargo, por ejemplo, la librería más antigua de la ciudad, a la que íbamos todos los estudiantes… está cerrando sus puertas. En la ciudad quedan varias librerías pero todas pequeñas… Así que encontrarme allí en medio de semejante belleza de teatro – El Gran Splendid – con la posibilidad de sentarte en un palco a leer un libro o escuchar un disco… era un regalo a degustar.
Fui varias veces a pasear por sus estanterías, a mirar a otros cómo hacían… a leer, a tomar café… a disfrutar. Ja, ja,… amén de que tenían un aire acondicionado estupendo en medio del calor húmedo de la ciudad.
El día que la descubrí… habría comprado de todo pero estábamos a mediados del viaje y tampoco quería cargar con peso de libros. Me llamó la atención la cantidad de mandalas que había por doquier y como yo venía de hacer un taller de mandalas «ojos de dios» en La Colmena de la Neijing en General Rodriguez… se me iban los ojos a los colores, las formas. Compré varios libritos de mandalas para colorear y regalarlos y me regalé una agenda para este 2016 titulada… Creando desde el Ser… Sugerente ¿no?
Ummm, la agenda está llena de perlitas, poemas, mandalas a colorear… de diferentes creadoras. Los mandalas son una herramienta hermosa y muy eficaz de centrarnos, de elevar nuestra vibración… entre otros muchos usos y beneficios. Les comparto el mandala que dedican para el mes de enero y su presentación en forma de poema por la creadora, Melina Litauer.
Les comparto además el enlace a un blog de esta creadora para que se den una vuelta por su espacio… hay imágenes, textos… hermoso. http://melinalitauer.com.ar/blog-textos-autora/
Y les comparto imágenes de esa maravillosa librería que es el Ateneo de la Calle Santa Fe. Tengo un montón de fotos que tomé pero comparto imágenes de la red porque es más fácil subirlas aquí, de la otra forma me marea, ja, ja.
Siempre me han gustado los cafés antiguos. Esta ciudad donde vivo tenía algunos preciosos y que solíamos frecuentar cuando éramos estudiantes. Casi ninguno queda o los que quedan ya están reformados… y no son lo mismo. Aquellos espacios que sugerían conversaciones, recogimiento para escribir… ya no existen …
En Buenos Aires me dí un gustazo yendo a los incontables cafés antiguos que todavía permanecen en uso diario. Con sus mesitas de madera vieja, con sus rinconcitos… un verdadero placer. Comparto imágenes de el Café Federal en el barrio San Telmo que fue uno de los que más me gustó aunque disfruté también mucho en el London en la calle Perú donde Cortazar, el gran Cortazar iba a escribir, a encontrarse con amigos… No me podía ir… Cortazar es uno de mis escritores favoritos desde siempre y era como sentirle un poco al lado. Disfruté de conversaciones, de encuentros en esos cafés que me acompañan en mi corazón.
Por lo que sé, no ha sido fácil en determinados momentos mantener esos cafés que ahora llaman «notables» en uso. Desde el corazón agradezco los esfuerzos a quien haya sido… nos brindan la oportunidad de disfrutarlos a los que vamos… además de los que allí están y que son de disfrutarlos también.
Un placer compartirlos con ustedes… Gracias por la oportunidad
Volvé, hay más. . . ¡Un abrazo desde Buenos Aires!
Graciasssss, qué bonito eso que decís! Un gran abrazo
hola, soy de buenos aires, y estoy redescubriendo la ciudad con tu mirada… un placer!! que bueno que la disfrutes asi
Placer mutuo, laura. Me alegra que mi mirada te ayude a que brote el brillo del diamante que es esa ciudad. Abrazos agradecidos
Aquí decimos que en otros lugares se va al bar para tomar café; nosotros tomamos café para ir al bar.. .
ja, ja… muy buena observación. De nuevo abrazos
GRACIAS GRACIAS…POR TODO LO QUE COMPARTEN SOY DE NQN (ARG)
Me ha confortado y enriquecido en muchos aspectos de mi vida esta y otras, un gran ABRAZO para todos/as..
Gracias a vos por tu aporte. Un placer. Abrazos