Entrada publicada originalmente el 10/01/2018 en www.ellamentonovieneacuento.com
Las entrevistas a José Luis Parise y sobre todo las que tienen un buen interlocutor, son siempre una forma genial de “encenderse“, de vibrar por dentro. ¡Un subidón de energía, de saberes que reconoces…! ¡Un placer y un honor!
En la última entrada que publicaba con el hexagrama “activo” durante esta lunación nos decía el dictamen que “al desear, vacilamos”. Y así sucede cuando el deseo no ha pasado por los diferentes pasos que lo consolidan, lo fijan, lo trabajan dentro para entregarlo afuera… No es aquello de pido en mi cabeza y ya. José Luis Parise lleva años enseñando un camino de 11 pasos para que ese deseo llegue a hacerse real.
La primera vez que oí a J.L.Parise fue en una entrevista en Barcelona en la que hablaba de lo de siempre (y lo digo con mucho respeto, porque él aprovecha cualquier fisurita para entrar y explicar que nos hemos encarnado para ser dioses de nuestra realidad. Lo dice de una manera, desde una cultura, desde otra, de otra forma… pero el sentido siempre es el mismo) y en aquella ocasión me interesó desde el principio cuando decía que él empezó su investigación hace años y años cuando pensó que los “iluminados” que en cada una de las culturas sabias antiguas se habían dado no podían ser ajenos, no podían ser “seres extraordinarios” porque eso sería una broma de mal gusto.
En esta ocasión, hablando de los deseos, dice también que no puede ser que tener deseos sea un error de diseño. ¡Hombre, te creo con deseos y luego te digo que son malos! ¡No vale!
Claro, el deseo que no es tuyo sino que te es inoculado, vía información de creencias, de programas, de patrones: “quiero tener una casa, una familia guay…” te lleva a hacer cosas que tampoco son tuyas…(lo cual no quiere decir que no es bueno desear una casa ni una familia guay por un poner, sino que casi siempre llegamos a este plano con una in-formación que no hemos elegido sino que nos viene añadida).
Nacemos sujetos a un patrón para aprender a liberarnos de ese patón que es la cárcel.
Nacemos para reconocer que esa cárcel es el modelo que nos dieron de lo que tenemos que desear.
Los dos primeros pasos de ese camino de Iniciación de 11 pasos comienzan con la IDEA y luego DECIR. En esa primera entrevista de la que hablaba al principio dijo algo que no he olvidado desde entonces y que he tenido muy en cuenta a la hora de proyectos…. : “Todo el mundo tiene claro lo que quiere hasta que lo tiene que decir en alto” (que por cierto es de la única forma que el Universo nos escucha y puede actuar: con el sonido de esa palabra, de esa oración, de esa frase ).
Cuando uno empieza a decir lo que quiere… y si verdaderamente te escuchas… hay un montón de desvíos en nuestras palabras que hacen que no llegue el resultado pretendido porque aunque creemos que decimos lo que queremos… en realidad decimos cosas diferentes. Por ejemplo:
- si decimos “quiero adelgazar” o “quiero sanarme”… nos quedamos tan tranquilos pensando que ya hemos expresado nuestro deseo. Ja, ja, craso error: para sanar, previamente he de estar enferma o para adelgazar previamente tengo que estar gorda. La fórmula no es válida así expresada.
- si decimos “mañana voy a salir a buscar trabajo” tenemos asegurado el salir y salir a buscar pero para nada el encontrarlo.
Y la buena noticia es que de lo que se trata para empezar es soltar, vaciarte de los patrones imperantes de lo que es posible o no, de lo que es necesario o no… en tu núcleo familiar, en tu núcleo social, en tu época. Siempre me acuerdo de un cuentito que hablaba de que el abejorro vuela porque ningún pendejo al lado le ha dicho que no es posible volar con su peso. Y si no, recuerden aquellas veces que lograron algo en contra del criterio de todos los demás porque no te creíste el cuento de que no se podía, de que no se debía, de que no era posible…
La Biodescodificación en sus múltiples variantes de nombre, ayuda y acompaña en ese proceso de reconocer y soltar patrones que no te corresponden, que no son tuyos y que además te ponen zancadillas a tu propio caminar. Una gran y práctica ayuda por cierto. El Qigong te ayuda a lo mismo en lo sutil. Una gran gran ayuda para los “mentales-racionales”
En esta entrevista además, recuerda algo que en Occidente nos cuesta entender :
Tenemos que DECIDIR los sentimientos que me CON-VIENEN para mi resultado con los que vienen los resultados
¿Cómo que decidir los sentimientos que me convienen? ¿Eso no es trampa? ¿Eso no es ser hipócrita? El catolicismo así nos enseñó y así nos va por lo que parece porque incluso, cuando queremos representar el estar enamorado… dibujamos a Cupido que tira una flecha que atraviesa el corazón. ja, ja, ¡qué dolor! En las culturas iniciáticas este es un tema importante: uno decide lo que quiere sentir.
Y eso puede darse así porque los sentimientos que traemos de fábrica no son nuestros por lo que una vez reconocidos… podemos sentir cómo nos con-venga para lo que queremos lograr. Y esto no tiene nada que ver con hipocresía ni mentira… No. Tiene que ver con que para lograr lo que deseamos y hemos ya in-bocado, necesitamos encenderlo con un sentir, un carácter y unos caracteres (palabras). Es decir, ya puedo yo desear ser abundante y lo digo y lo digo si todas mis células no vibran en abundancia y me comporto – mi carácter – como abundante. Pareciera una pescadilla que se muerde la cola: ¿cómo me voy a comportar como abundante y a sentirme abundante si pido abundancia? Ah, se siente. Esto no es para leerlo sino para practicarlo y en la práctica se entiende perfectamente.
En diferentes protocolos que se aplican en el acompañar a una persona en bio se utiliza precisamente este modelaje de emociones para integrar aquellas que no tenemos, para purificar aquellas que nos ponen zancadillas. Mental como soy, fue una de las cosas que me atrajo de la formación en bio: ¡Uau, yo puedo ir a una situación y cambiar la emoción! ¡Eso es la caña!
Cuando tomas conciencia, y esta entrevista te lo recuerda una y mil veces, de que los sentimientos, las emociones que vamos desplegando a lo largo de la vida – si no despertamos – no son nuestros, son modelados también de unos patrones heredados, adquiridos de padres, maestros, ancestros… Entonces… te puedes poner manos a la obra y modelar esas emociones según sea la necesidad: y cuando se dice modelar es que verdaderamente, una vez modelada, la sientes… no es que estás disimulando, es que ya está en tí y la expresas.
Para mí, esa toma de conciencia ha sido todo un regalo porque ahora cada vez que me siento impotente, frágil, no capaz… ya se que no son mías así que si no estoy dormida – que a veces pasa – es un momento de decisión: “eh, que no es tuya, la has tomado prestada de otros y no te con-viene“. Y así, pasito a pasito, cada vez es más fácil esa toma de conciencia y el modelaje de la que necesitas para el momento en el que estás.
Así pues, y en la entrevista lo oirán, sí es posible sentirnos como queremos… claro que sí, solo que… ja, ja… es fruto de un trabajo interior. Y eso – el trabajo interior – es lo que está en nuestra mano, los resultados vendrán solos. El comienzo de ese trabajo es tan fácil – ja, ja – como escucharnos hablar, pensar… En esos sonidos, frases, oraciones… se esconde el tesoro de nuestra transformación.
Les adjunto el enlace de la cuasi-transcripción de 3 partes de la entrevista. Ya no me dió para más. Si alguien se anima a la 4ª será un gusto poder compartirla. En cualquier caso, con lo de esas 3 … tenemos para un ratito porque como saben, J.L. Parise dice tanto al hablar que no es para leerlo de un tirón. Gracias infinitas a Alejandro Ariza por compartir la entrevista en la red y así poderla oir cuantas veces sea oportuno. ¡Menos mal que existe esta posibilidad!
Pueden hacer click en la estrellita o en la descripción, cualquiera de ellas les llevará al archivo en Drive.
Un placer y un honor, viajeros de luz, seguir compartiendo el camino con ustedes.
Gracias, gracias, gracias.
Ah, se me olvidaba: Alejandro le pregunta sobre lo que piensa de esta sociedad en la que se hipervalora el esfuerzo. Les encantará esa parte porque, para empezar, en las culturas iniciáticas ni siquiera existe esa palabra, ja,ja.