Me encantaría añadir el nombre del fotógrafo. Lo siento, no lo sé pero me encanta la imagen
(Para aquellos que solo quieran hacer la práctica… la encontrarán al final de la entrada. Gracias)
Buenos días, viajeros de luz
En 2011, en marzo también – y no es casualidad – de la mano del tsunami en Japón viví mi despertar hacia afuera, mi despertar hacia comprender cómo se mueve el mundo exterior.
Ahora, 9 años después (9, y no es casualidad), en otro marzo que recordaremos – cada uno a su manera – durante mucho tiempo, estoy viviendo mi despertar interno… que ya venía dándose aunque faltaba ese click que aquel marzo de 2011 me hizo apagar la tele para siempre – no “viene a cuento ni trae cuenta” seguir alimentándome de al menos verdades a medias y manipulaciones varias – en las que no voy a entrar pues para ello hay personas mucho más versadas y capacitadas y por otra parte siento que ese no es mi sitio, al menos ahora.
Esta mañana he comprendido (¡Aleluya!), todas mis células se han dado por enteradas de cúal es mi lugar ahora, en este momento nuevo para todos y que nos reta a vivir en la incertidumbre más absoluta – y esa ha sido una clave importante para el clic. Incertidumbre que por otro lado, está lejos de ser una de nuestros “estados” favoritos ja, ja y que incluso biológicamente nos produce emociones y estados varios… la mayoría de las veces cerca del miedo. Natural.
No sé ustedes, yo no sé lo que va a pasar, no tengo ni idea. Todas las imágenes, todas las ideas que mi “yo chiquito” me va entregando para que las vea y se me encoja el estómago, ja, ja… me alejan de mí, de mi centro y me hacen entrar en espacios oscuros – que por otro lado me dan pistas y pistas sobre las creencias que hay en mi interior así que nada que objetar a que aparezcan todas esas imágenes y emociones. Bienvenidas, a ver que me traéis. (Esto lo digo ahora, que ayer por la mañana era otra cosa, ja, ja).
Es como si la Vida me estuviera dando tiempo, espacio, oportunidades en suma, de practicar aquello de “no sé” que explicaba tan bien Jorge Lomar (hay una entrada de hace tiempo con ello) y que recordaba ayer Esperanza Castelló en una de sus publicaciones en Face. Y cuando lo empiezas a hacer… la mente te empieza a decir:
“¿cómo que no sabes? Pero mira esto, pero no ves lo que va a pasar, pero…”
Y yo: “pues no sé, la verdad. Sí, puede pasar todo eso que dices pero no sé, no tengo ni idea”. Ayer incluso me oí: “¿y si ocurre un milagro?” no se imaginan la de voces internas que me informaban de la imposibilidad de ello.
Sin embargo, a medida que seguía perseverando en ese “no sé” “no tengo ni idea”… las voces se iban apagando e iba surgiendo un sentir tranquilo. Claro, no sé. Pues si no sé, a disfrutar de “lo que hay sin querer que sea otra cosa” (frase de mi querido Finder).
Ayer hacíamos una consulta grupal con Esperanza Castelló (gracias por ello) en la que compartíamos cómo estábamos viviendo estos días complejos y qué miedos, qué creencias inconscientes se estaban moviendo. Ella con mucha sabiduría nos iba iluminando trocitos de sombra que no veíamos y que estaban en el origen de esos estados de incomodidad – como poco – que estábamos sintiendo.
En un momento de la consulta, respondiendo a una compa que compartía “lo suyo” (que por cierto, las consultas grupales son fantásticas porque “lo de cada uno” resuena en todos e incluso lo ves más claro), Esperanza nos decía que en ese momento nos toca hacer una elección voluntaria y consciente de dónde vamos a poner el foco.
Y según escuché la frase sentí, comprendí cuál es mi lugar, cuál es mi propósito en este momento porque recordé la cantidad de veces, en este camino hacia mi interior, que voluntariamente quería pensar, sentir, actuar de una manera pero… me parecía que no podía callar ese diálogo interno o sentir lo que me proponían. Y la compa que consultaba decía: “sí, si yo quiero pero luego…”.
Y me oí pensar:
“uau, eso es, yo sé cómo ayudar a los mentales – como yo – a sentir, a “actuar en lo sútil para que se manifieste en lo denso” (como dice J.L.Parise)… sin trabajo mental”
Ya sé, la introducción va larga. Hacía mucho que no escribía, ja, ja y necesito hacer un desarrollo. Lo siento, nunca he sabido sintetizar , ja, ja.
En mi camino vital, aunque mi primera vocación fueron las lenguas, las palabras y la filología, y a eso me dediqué durante años, una enfermedad de esas “raras” me abrió un camino por el que sigo transitando y que a nivel consciente empezó para comprender esa enfermedad rara aunque a nivel inconsciente me fue llevando a mí. La Vida tan generosa me ofreció actores y recursos de muy variada índole y que llegaban siempre en el momento justo para que yo pudiera sostener el aprendizaje que iba a habitar en el recorrido.
Siendo mental como era – ya menos, ja, ja – la Vida me ofreció (¡en primer lugar!) formarme en medicina china – ¡Ole! – como para liberarme de rigideces y entrar en un mundo de metáforas (nunca hubiera podido estudiar medicina convencional con la memoria de pez que me asiste de momento gracias a mi bazo agrandado – eso será para otro día, ja, ja), para entrar en una visión mágica del Ser como intermediario entre el Cielo y la Tierra, arte y parte de un Todo en movimiento constante de adaptación y evolución.
Aunque enamorada gozosamente de lo que iba aprendiendo, ahí todavía lo escuchaba desde la mente. Fue después con la práctica de auto-aplicación, con el feed-back de pacientes y amigos que fui dándome cuenta de la eficacia de esta visión a través de acupuntura, del masaje, y muy especial del qigong, en el camino de auto-indagación, de auto-conocerme, de eso que llamamos desarrollo personal. ¿Por qué? Porque cualquier actuación desde esta visión milenaria de la medicina china actúa en la red de soporte energético que nos habita y nos constituye. Actuamos en lo sútil, en la naturaleza energética, en el origen.
Somos luz y los puntos de acupuntura – prefiero llamarlos resonadores como aprendí – “resuenan” vibratoriamente en una cualidad, función, intención. Y tienen nombres alquímicos a los que puedes acudir, les llamas por su nombre… y vienen. Hay un resonador, por ejemplo, en el canal o vector de luz del riñón que se llama “Renovar lo retenido”. Pues si le llamas, con una aguja, con el dedo, con qigong… con perseverancia – no una vez, ja, ja – Renovar lo Retenido, que para eso tiene nombre, favorecerá lo que dice: Renovar lo Retenido. Detox en estado puro sin que la cabecita de los mentales, sobre todo, necesite concurrir. Enfocas en el nombre, intencionas y se da. Haciéndolo claro, que yo lo sé y muchas veces se me olvida – ay – y luego me quejo, ja, ja.
En una publicación de ayer, Esperanza (ayer fue día con ella, ja, ja) hablaba de que es un momento propicio para sentir los dones de cada uno. Y yo sentí el mío: me encanta transmitir “CÓMOS” (recursos y herramientas para esa pregunta que hacemos más los mentales: “¿Y cómo hago?”) para este proceso de saber y manifestar quiénes somos de verdad, para este camino de auto-conocernos, expresar nuestra naturaleza original ocultada por infinidad de velos que son creencias auto-limitantes, percepciones filtradas…
En mi mente y en mi corazón se juntó todo: el don, la herramienta (la medicina china), el momento “histórico” que estamos viviendo y la pregunta: ¿cómo puedo servir?
Así que para empezar este camino decidí hacer un vídeo – que encontrarán un poco más abajo – en el que explico la localización y aplicación de un grupo de resonadores con la idea de armonizar, equilibrar, ordenar… nuestra red de sostén energético. No es un módulo de prevención ante esto o aquello – aunque lo podemos usar como tal – sino una forma de disponer de todas las capacidades para abordar nuestra vida. El resultado será, sin duda, lucidez, claridad y una disposición más amplia hacia la Vida.
Hace 9 años comencé este blog, coincidiendo con ese despertar hacia afuera y esta mañana he sentido la gratitud de tener mi casa, mi espacio… en este espacio que cree entonces. He sentido las ganas de volver a casa, a esta mi casa y la suya – de ustedes. ¿Qué coño hacía yo pensando en cómo compartir todo esto si ya existe, si ya nos conocemos, si ya nos hemos compartido antes muchas veces? ¿Qué hacía dudando de cómo si aquí me expreso como soy, con luces y sombras, sin miedo?
Y este espacio es la tercera patita de ese desarrollo que les he compartido hoy. Este es mi lugar hoy, aquí y ahora. Deseo verles muchas veces a partir de ahora que retomo mi presencia aquí, a través de escritos o vídeos – ya iremos viendo – como una oportunidad maravillosa de servir en este momento novedoso de nuestra vida.
Gracias, gracias, gracias.
Les dejo con el vídeo. Ya saben, los resultados se dan en la medida en la que lo hacemos con perseverancia y foco. Estaré encantada de recibir su feed-back sobre lo que sienten, lo que se les mueve por dentro…
Aclaro que la explicación sobre los resonadores que hago en el vídeo está pensada para personas que no saben de medicina china por eso no utilizo ni términos técnicos ni nada que se le parezca. Lo explico cómo se lo explicaría a una amiga que necesita centrarse, que necesita ampliar la percepción de lo que vive, que necesita liberar el flujo de nuestra luz que es constante. Si se bloquea… lo sentimos de una manera u otra.
Aquí tienen también dos imágenes con los resonadores y su localizacion
Como siempre un honor, viajeros de luz. Todas mis células burbujean.
Como te echaba de menos!!!!. Me alegro muchisimo. Estoy muy agradecida
Un placer Pilar. Gracias por tu acogida!!! Un gran abrazo
Este momento novedoso de nuestras vidas, como tú dices, es también un momento para que sigamos encontrando nuestra paz interior. Esta vez sin prisas, con más tiempo. Gracias Cruz, eres Luz. Un abrazote guapa
Un gusto, Covita!!! un gran abrazo linda
muchas gracias!!! es un gran alivio,volver al encuentro…
Así es, gracias a ti Sonia. Un gran abrazo