Entrada publicada originalmente el 21/08/ 2019 en www.ellamentonovieneacuento.com
El ser humano no es un participio sino un gerundio – José Ortega y Gasset
Y aquí estamos de nuevo con el Dr. Mario Alonso Puig. En esta ocasión les traigo a compartir una entrevista que le hicieron en Argentina en el programa “Perros de la calle” dirigido por Andy Kusnetzoff.
Me encantó la entrevista, aunque el locutor diga en algún momento que no se la preparó bien. A lo mejor esa es la cuestión porque cuando la preparas al milímetro, estás encorsetado y entonces se convierte en un pregunta-respuesta sin más hilo que el que las preguntas desarrollan. En este caso, como no estaba preparada… se convirtió en una conversación y eso siempre es agradable porque hay un hilo conductor en base al interés y la inteligencia de los entrevistadores que en este caso además, preguntan cosas que nos atañen a todos y de forma desenfadada.
Estoy segura de que algo tengo que hacer en Buenos Aires o Argentina porque el sólo acento, el solo escucharles… me enternece, me emociona… siento las mariposas en el estómago que sientes cuando uno se enamora (aunque resulta que esas mariposas son los indicadores de que ahí hay un programa, esas mariposas son la resonancia de un programa a cumplir, a gestionar… ja,ja). Por eso y por respeto he hecho la transcripción con las formas verbales como se utilizan en Argentina y no como en la transcripción que incluyen en el vídeo (¡benditos sean porque eso me ha facilitado mucho la labor!) en la que las cambian por las castellanas de Castilla. A mí me gusta “sos, explicás, cantás…” y además es su forma. No es necesario cambiarla para entender lo que dicen. Se entiende perfectamente
En la entrada anterior que hice sobre el doctor Puig y su forma de explicarnos cómo influyen nuestros pensamientos en nuestra biología ya adelantaba que en la próxima, ésta, contaría uno de sus casos clínicos, en este caso con el nombre de Margarita, para explicar la sencillez y a la vez la potencia del remedio que le dio para su dolencia.
Es importante el caso de Margarita porque nos explica de forma genial varias cosas:
- Cuando nosotros nos enfadamos, nos dejamos llevar por angustias y amenazas “mentales”, los que sufrimos las consecuencias biológicas de toda la maquinaria que se pone en marcha (https://ellamentonovieneacuento.com/2017/08/21/como-influyen-los-procesos-mentales-en-nuestra-biologia-por-mario-alonso-puig/) SOMOS NOSOTROS… no el que hipotéticamente nos está haciendo sentir así. Cuando el doctor le prescribe el remedio – y ya veremos cuál es – Margarita le dice: “Dr, mi jefe no se lo merece…” … ja, ja… qué importa que el jefe se lo merezca o no(quién dice el jefe dice tu madre, tu suegra…): el estómago te duele a ti o no puedes dormir tú o vives angustiado tú… Es decir, te afecta a ti.
- La importancia de elegir bien nuestro diálogo interno con nosotros mismos porque se ha demostrado con tecnologías modernas modernísimas que es ese diálogo el que genera sentimientos, emociones y finalmente síntomas. ¡¡¡Así pues al loro con nuestras palabras!!!

Nos cuenta el caso de Margarita como respuesta a “y cómo le hablo yo a ese cerebro” hablando del cerebro digestivo que según sus palabras está recogiendo constantemente información de lo que sienten nuestras “tripas” para mandársela al cerebro craneal y al del corazón. Cuando el digestivo se independiza porque durante mucho tiempo nos hemos sentido angustiados, amenazados… hace oídos sordos al lenguaje racional de “yo quiero estar bien…”. Ya hemos aprendido que a nuestro inconsciente le gustan los actos simbólicos, el lenguaje simbólico… y el remedio que le da el doctor nos lo viene a corroborar.
Margarita es una mujer que sufre de dolor de estómago continuo desde hace 3 años. ( No les voy a explicar todo el desarrollo porque lo tienen en la transcripción y por supuesto en la entrevista). Después de llegar a la conclusión de que la causa de ese dolor es que constantemente se está diciendo “no le aguanto (al jefe)” (y por ende así lo sienten todas sus células provocando que el cerebro tenga que dar solución a ese sentir poniendo en marcha la maquinaria biológica bioquímica que tiene los coloterales que tiene) el doctor le da como remedio que cada vez que vea a su jefe, le sonría.
Es ahí cuando Margarita dice “doctor, mi jefe no se lo merece”. Ja, ja. Nos comportamos así (que no lo somos).
¿Por qué le dice que sonría? Porque al sonreir – y prueben a sonreir cuando no tienen ganas… ¡tienen que mover un montón de músculos! – le damos al cerebro la información de que todo está bien, de que estamos a salvo, no nos sentimos amenazados.
Ya decíamos en la entrada anterior que ese es quiz de la cuestión: sentirse o no amenazados. Porque al sentirnos amenazados, estamos en “modo supervivencia” que solo nos da 3 caminos: atacar, huir o quedarse bloqueado. Ninguno de esos 3 caminos nos ayuda a adaptarnos, a crear otras soluciones… solo a supervivir que es lo que nuestro cerebro sabe que necesitamos cuando nos sentimos amenazados. Y como las tripas le dan constantemente información al cerebro craneal… y las tripas no son susceptibles de “auto-engaños” pues ahí se siente lo que nuestra mente nos quiere esconder muchas veces, el cerebro tiene que diseñar la estrategia de solución: atacar, huir o quedarse bloqueado. Y cuando eso pasa, el resto de funciones, entre ellas las digestivas, se anulan para no quitar ni un ápice de energía a nuestros músculos que son los “protagonistas” en una huida o ataque.
Esa sugerencia de “sonreir” que al hacerlo informa al cerebro (aunque todavía no sea verdad a veces) de que todo está bien, de que estamos a salvo, de que puede descansar que ya estamos nosotros al cargo, la he corroborado personalmente y no es necesario ni sonreír a nadie específicamente siquiera para sentir el efecto inmediato de calma.

El equipo del programa de radio «Perros de la calle»
Son inteligentes al preguntar, desenfadados, frescos y muy habladores…. claro, para eso llevan un programa de radio, ja, ja.
El otro día me tumbé un ratito después de comer y de repente entró un pensamiento que sentí rápidamente en mis tripas y empecé a sentir que el ritmo cardiaco se aceleraba, que sentía las tripas con disgusto… y tumbada en la cama, me puse a sonreir. En menos de ná sentí que todo el sistema se calmaba y que aquel pensamiento no me afectaba mientras seguía sonriendo. El cerebro se cree que si sonríes no puede estar pasando nada. Todo bien.
Pruébenlo, es sencillo, gratis y muy apto para “mentales”, Y además “se te quita la cara de orto” que dicen en Argentina y eso aporta belleza al mundo ja, ja.
Otras de las claves que he encontrado con este hombre es que
- Por encima del ojo derecho es donde anida nuestro constante run-run sobre algo, cuando nos contamos a nosotros mismos las cosas y cómo nos las contamos generando a menudo ese sentir de amenaza que hace que el sistema se ponga en alerta por si en caso de necesidad hay que salir huyendo o atacar. Ya se que parece un lenguaje de las cavernas pero nuestro primer cerebro tiene ese lenguaje primitivo y ese se afecta de forma inconsciente. No vale aquello de “ay, no me voy a asustar”, si por lo que sea que tú crees o has vivido, te asusta quedarte sin trabajo, te asusta que no te quieran, te asusta que … ese cerebro que está constantemente atento a salvaguardar nuestra supervivencia y que está comandado por la amígdala… se pone en marcha y la mayor parte de las demás funciones – y mucho más las mentales como la creatividad – se anulan empobreciéndonos a nivel mental, físico y espiritual.
- Y justo por encima del otro ojo, el izquierdo, es donde se crean y desarrollan nuestras emociones positivas, nuestra creatividad, nuestra capacidad de análisis multifactorial… ¡la repera! Justo en esa parte pre-frontal izquierda.
Y estas dos claves, a mí al menos, me han dado la posibilidad de una gran herramienta para acallar ese run-run mental. Y por eso se la cuento.
Miren, cuando uno está con los ojos cerrados y los pensamientos van y vienen, dependiendo de qué pensamientos sean, la atención visual interna va a un lado u otro del cerebro: cuando estás recordando los ojos van hacia un lado; cuando estás creando una estrategia van hacia otro… y cuando nos estamos contando eso de “mira lo que me dijo, mira lo que me hizo, yo no sé que hacer…” la atención va hacia el ojo derecho. Pruébenlo, se van a divertir mucho siguiendo el movimiento mental.
Bien, pues cuando noten que están ahí, en esa parte prefrontal derecha, en el run-run… respiren y pongan su atención en la parte pre-frontal izquierda, por encima del ojo izquierdo. Respiren ahí y focalicen su atención ahí. El run-run no puede seguir, se acalla inmediatamente.
Genial. Y además, como en esa parte izquierda está nuestra capacidad de creatividad, entre otras muchas bondades, si te das un tiempito de respirar en esa parte pre-frontal izquierda… enseguida aparecen soluciones a otras historias que tenías por ahí, o “ves” una forma diferente de abordar…
Les incluyo la transcripción de la entrevista porque en ella encontrarán otras “sugerencias” para abordar momentos de tensión, de enfado…
- Una de ellas es el andar deprisa como si fueras a perder un bus pero sin correr
- y la otra también relacionada con la capacidad refrescante que tiene esa parte prefrontal izquierda y es la de escribir. Escribir, poner en palabras la emoción que estoy sintiendo: enfado, rabia, humillación… lo que sea. Con ese solo hecho de escribirlo, de pasarlo por ese pre-frontal izquierdo sí o sí al escribirlo, ya calma, ya refresca ese “fuego” en el que estábamos. Luego ya podemos gestionarlo de otra forma, sin gritos, sin violencia… no porque todo eso sea malo, que malo o bueno son etiquetas, sino porque nos afecta biológicamente generando “des-artes” en nuestro pensar – sentir y hacer.
Una entrevista muy completita. Reveladora y con varias sugerencias para esa pregunta del millón “¿Y cómo lo hago? ¿Y eso cómo se consigue?”
Gracias, gracias, gracias, viajeros de Luz, por la oportunidad de compartir y compartirme. Gracias al Universo por hacerlo posible.
Accede a la transcripción de la entrevista llena de sabiduría:
https://drive.google.com/file/d/0Bz-fd6vvLk_zcEU2NVNmcmJISkE/view?usp=sharing
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